Por octava vez esta temporada, Ipurua abre sus puertas (este domingo a las 21.00). Y por octava vez esta temporada, el Eibar tratará de celebrar su primera victoria como local. Sobre el papel, con todo en contra, porque recibe a un Real Madrid en plena racha –cuatro victorias consecutivas entre Liga y Champions– y además lo hace con un extenso parte de bajas.

Seis jugadores tendrán que seguir el partido por televisión. Además de José Antonio Martínez, ya jugador del Dallas, se pierden la cita los lesionados Correa, Cote, Paulo, Quique y Enrich, y por sanción lo hace Esteban Burgos, que vio su quinta amarilla en Anoeta.

José Luis Mendilibar se queda así con solo dos centrales disponibles, Bigas y Arbilla, que este domingo dejará el lateral zurdo, previsiblemente a un Kevin que se ha perdido los últimos partidos por lesión. A no ser que su técnico opte por colocar a Sergio en el centro de la zaga, no sería la primera vez, manteniendo al navarro en banda. La izquierda será para Pozo, uno de los pocos que repetirá titularidad en los tres partidos de la semana. El resto del equipo será mucho más parecido al que empató en Anoeta que al que ganó en Haro.

Mendilibar no ha querido llorar antes de tiempo y asegura que «tenemos jugadores como para sacar un equipo competitivo». Lo cierto es que no será muy diferente al que tan buenas actuaciones está firmando en las últimas semanas, aunque no siempre el marcador se haya correspondido con sus méritos. Sobre todo en Ipurua.

En opinión del técnico, el camino a la victoria debe ser el mismo de siempre, «creer en lo que hacemos». «Si empezamos a dudar, si el delantero empieza a no querer ir a apretar o el defensa se queda en vez de acompañar y creamos espacios entre líneas, no nos meterán tres, sino ocho».

Para nosotros lo más importante para poder ganar los partidos es creer en lo que hacemos. Tal y como juega, el Madrid te puede dar un susto en los primeros diez minutos y tienes que seguir creyendo en lo que haces. Si empezamos a dudar, si el delantero empieza a no querer ir a apretar o el defensa se queda en vez de acompañar y creamos espacios entre líneas, no nos meten tres, nos meten ocho».

Zinedine Zidane, que finalmente viaja sin Hazar y Vinicius, ha asegurado que, pese a tener «la impresión de que vamos mejor», no será «fácil» ganar en Ipurua. «Va a ser muy complicado y vamos a tener que sacar nuestra mejor versión».