La reaparición de Mikel Oyarzabal ha sido clave para que la Real siga en la tercera posición tras romper su racha de nueve partidos sin ganar, seis en Liga, contra un Athletic que ha reiterado sus problemas ofensivos, sin capacidad para responder al tempranero gol de Portu que ha decidido un derbi diferente sin público en San Mamés.  

Los dos equipos han competido como lo hacen siempre, porque va en el ADN de los jugadores y de sus entrenadores, y la mayor calidad de los blanquiazules, personificada en Mikel Merino y Oyarzabal con una sobresaliente ayuda de Guridi, que ha sustituido muy bien a David Silva, se ha impuesto.

Gaizka Garitano ha alineado de salida a Unai Simón; Capa, Unai Núñez, Iñigo Martínez, Yuri; Vencedor, Vesga; Williams, Muniain, Berenguer; Villalibre. Imanol ha buscado romper la racha de nueve partidos sin ganar con Remiro; Gorosabel, Le Normand, Zubeldia, Monreal; Guevara, Guridi, Merino; Portu, Isak y Oyarzabal.

El aspecto más destacado de los planteamientos de los dos entrenadores ha sido que Imanol ha cambiado su presión alta al emparejar a Oyarzabal con Núñez, Isak con Iñigo Martínez y Portu con Yuri porque veía más peligro en la salida por esa banda con el zarauztarra que por la derecha con Capa. Hasta ahora la presión se realizaba con más riesgo en banda derecha al dejar a Zaldua o Gorosabel entre el lateral y el atacante zurdo rival.

La jugada clave

Esa decisión ha sido clave en el gol que ha decidido el partido porque en esa banda derecha mejor defendida Gorosabel ha robado el balón a Berenguer y Merino ha aprovechado el espacio en la izquierda entre Núñez y Capa para dar un gran pase a Oyarzabal. Al capitán le han bastado cuatro minutos tras seis partidos de ausencia para reiterar su importancia en la Real al dar una asistencia tan buena que Portu ha marcado a trompicones sin necesidad de rematar bien.

Esa ha sido la única jugada de peligro de un primer tiempo equilibrado en el que tras un mejor inicio de la Real el Athletic ha ido a más, ha tenido más posesión de balón 59%-41%, pero ha reiterado sus problemas en ataque con su incapacidad para generar ocasiones a pesar de jugar en casa e ir por detrás en el marcador. Su único remate, sin ningún peligro, ha llegado en el minuto 30 en un cabezazo muy desviado de Vesga. La Real tampoco ha creado nada al margen del gol antes del descanso.

Ante las tarjetas de Merino y Guevara en el primer tiempo, Imanol ha dado entrada tras el descanso a Zubimendi por el gasteiztarra para evitar quedarse con diez y ante la incapacidad de generar peligro de su equipo Garitano ha realizado un triple cambio en el minuto 55 con la entrada de Unai López, Sancet y Morcillo por Vencedor, Williams y Berenguer.

La Real ha estado mejor sin embargo tras el descanso y ha podido marcar el segundo gol en dos lanzamientos de falta de Isak al larguero en el minuto 63 y de Oyarzabal en el 65 con un despeje de Unai Simón que Zubeldia no ha podido aprovechar.

Cambios sin resultados

En el minuto 67 Imanol ha dado entrada a Sagnan y Merquelanz por Gorosabel y Oyarzabal y ha colocado a Zubeldia, con tarjeta, en el lateral derecho. En el 78 Raúl García ha sustituido a Unai López, que se ha lesionado a los pocos minutos de salir. Barrenetxea ha entrado en la banda derecha por Portu en el 74 y en el 85 Garitano ha agotado sus sustituciones con Kenan Kodro en lugar de Villalibre para intentar repetir lo vivido ante el Huesca e Imanol ha dado entrada a Willian José por Isak.

Los cambios y las interrupciones con muchas faltas y tarjetas solo han provocado que el partido rompiera el ritmo que tenía. La Real ha sabido jugar con su ventaja y ha vuelto a acabar un partido sin encajar gol, lo que no conseguía desde el derbi de Mendizorrotza. Además de romper su racha negativa la victoria permite a la Real dar un golpe psicológico al Athletic ante su duelo en la final de Copa y la próxima Supercopa.