Osasuna se pondrá al día frente al Granada, un encuentro correspondiente a la cuarta jornada, pero que tuvo que ser aplazado por los compromisos europeos del cuadro nazarí. Después de once jornadas ligueras sin ganar –hace casi tres meses de la última victoria– y cuatro últimos empates –tres de ellos meritorios–, los rojillos necesitan una victoria como el comer, si quieren salir de los puestos de descenso.
Sus más recientes compromisos han demostrado que la escuadra navarra vuelve a ser la que era, un bloque sólido y al que es difícil meterle mano incluso para conjuntos más poderosos. Pero esas positivas sensaciones deben transformarse en sumar de tres en tres, que es lo que realmente cuenta y algo a lo que últimamente no nos tiene acostumbrados.
Tampoco es que la visita al Nuevo Los Cármenes parezca el terreno propicio para conseguirlo –el Granada ha sacado adelante cinco de sus duelos caseros, empatado dos y perdido otros dos (Valladolid y Barcelona)–, pero es que en estos momentos Osasuna no se encuentra en la disposición más idónea para elegir dónde quiere ganar.
A falta de dos encuentros para finalizar la primera vuelta, lograr sendos triunfos les permitiría a los pupilos de Jagoba Arrasate entrar en números de permanencia y ese parece ser el objetivo a corto plazo que se han marcado. Además, el duelo de Granada cobra especial importancia por el hecho de ser aplazado, de ahí que «el resto de nuestros rivales no van a sumar», ha resaltado el técnico de Berriatua.
La principal novedad de la expedición rojilla es la entrada en la convocatoria de Lucas Torró, cuya última presencia en el equipo se remonta al partido del Pizjuán de principios de noviembre y que todavía no ha sumado ni 200 minutos sobre el terreno de juego, lastrado por las lesiones, siendo como era una de las principales apuestas en el pasado mercado veraniego.
El gran desgaste físico que el equipo tuvo que llevar a cabo frente al Real Madrid podría dar lugar a algún cambio en el once, si bien todo apunta a que se mantendrá prácticamente el mismo bloque, habida cuenta de que no hay jornada liguera el próximo fin de semana, aunque sí copera –RCDE Stadium, domingo, 12.00–.
El buen rendimiento ofrecido con un dibujo compuesto por tres centrocampistas y un único delantero nato da opciones a la prolongación de dicha disposición, aunque ya es públicamente conocido que a Arrasate siempre le gusta sorprender al rival con alguna novedad imprevista.
Mantener el nivel
«Es difícil evadirnos de la clasificación y ver al equipo sin ganar, pero creo que, si sigue al nivel mostrado en las últimas jornadas, las victorias llegarán», ha aventurado el preparador rojillo, pese a que no ha habido tiempo material para preparar el choque, más allá de la «recuperación mental».
«Los campos están como están y hemos realizado una sesión liviana. Vamos a ver cómo está la gente para mañana, pero la idea es sacar el mejor once posible teniendo en cuenta la fatiga acumulada. Los cambios pueden ser importantes en este plan de partido», ha añadido.
Arrasate ha recordado que el Granada es el conjunto que más encuentros ha disputado hasta ahora –28– y que hasta el encuentro frente al Celta en Balaídos de finales de noviembre (3-1), llevaba dos años sin que le remontasen, una vez se ponía por delante en el marcador.
«Siguen manteniendo su gran espíritu colectivo, pero han dado este verano un salto de calidad de medio campo hacia adelante, incorporando a jugadores desequilibrantes y posibilitando tener un fondo de armario», ha analizado al próximo adversario.
El míster vizcaino ha admitido que frente a la Real y Real Madrid, Osasuna defendió con un bloque más bajo, situación «en la que se encuentra cómodo», pero que no es una idea que vaya a aplicarse de aquí en adelante de manera férrea, pues es algo que dependerá del contrario y del momento. «Mañana es el partido –ha subrayado–, es una bala más que tenemos, los demás no van a sumar y, aunque no estamos lejos de ellos, tres puntos serían muy importante».
Se le ha interpelado por los posibles movimientos en el mercado invernal, en concreto la llegada en calidad de cesión del lateral zurdo colchonero Manu Sánchez –vieja aspiración veraniega– y la salida de Brandon hacia el Leganés. «Esa pregunta sería más para la dirección deportiva, el foco ahora está en Granada», ha zanjado.