La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, ha anunciado que este mismo miércoles se recibirán 1.400 dosis de la vacuna de Moderna, que al parecer son menos efectivas en personas mayores de 65 años. Por ello se usarán para inmunizar a personal sanitario.
En una comparecencia ante la Comisión de Salud del Parlamento de Gasteiz, Sagardui ha indicado que en total se recibirán 24.900 dosis de la vacuna de Moderna, que se recepcionará cada dos semanas. Al igual que ocurre con la de Pfizer-BioNTech, son necesarias dos dosis, en este caso con una carencia de 28 días.
En este sentido, ha apuntado que, siguiendo el esquema empleado con la vacuna de Pfizer-BioNTech, por ahora solo se administrarán la mitad de las dosis recibidas, para garantizar la segunda toma. «La estrategia de vacunación se está cumpliendo según lo previsto, administrando la mitad de las vacunas disponibles en las tres primeras semanas», ha apuntado antes de insistir en la necesidad de contar con una «reserva estratégica para que cualquier adversidad que pudiera darse en la distribución, haya suficientes para terminar el ciclo de dos administraciones por persona, que es la indicación recomendada».
«Eso quiere decir que si excluimos las 450 vacunas del día 27 de diciembre y contamos como inicio la vacunación masiva el 30 de diciembre, cuando dispusimos de un número significativo de vacunas, será el día 20 cuando empecemos administrar las segundas dosis. A partir de ese momento, con los dos ciclos en marcha cada semana se admisntrarán tantas vacunas como se reciban», ha añadido tras indicar que se han vacunado a las personas usuarias de «más de la mitad de las 310 residencias de personas mayores existentes en Euskadi».
Culpa a la Navidad del aumento de contagios
Sin duda los usuarios de estos centros están siendo uno de los sectores de población más golpeado en este «nueva etapa» de la segunda ola, que se ha iniciado tras los días festivos de diciembre, como son los puentes y la Navidad. «En estos momentos la situación es preocupante y la evolución es mala», ha manifestado la consejera, que ha incidido en que el escenario actual «es muy diferente al de hace tres semanas».
«Entonces manteníamos una evolución decreciente en el número de contagios, y las medidas de control en la movilidad y de la actividad estaban funcionando, pero se avecinaban fechas en las que una mayor interacción social era inevitable, por la costumbre social de reunirnos y celebrar la Navidad saliendo, haciendo compras y organizando comidas y cenas; y porque, con la sucesión de días festivos, vacaciones y los colegios cerrados la presencia de personas en la calle se incrementa, y con ello el riesgo de contagio», ha señalado.
Y ha tratado de descargar la responsabilidad del Ejecutivo de Gasteiz señalando que «se aplicaron medidas restrictivas específicas para esos días, y prácticamente la única flexibilización que se permitió en Euskadi y en las comunidades limítrofes fue una limitada posibilidad de moverse entre ellas con el objetivo de reunirse con los familiares». «Sin esas medidas la situación hoy sería mucho peor», ha añadido.
Cabe recordar que el objetivo marcado por Lakua es el de llegar a una 60 casos de incidencia acumulada durante catorce día por cada 100.000 habitantes. A día de hoy, esa incidencia es 336 casos. Muy lejos del límite establecido por el Departamento de Salud.