El pasado 12 de marzo se paralizó la Euroliga 2019/2020 para no volver. La pandemia de la covid-19 ya era una realidad hecha carne con la bendición apostólica de la OMS y la propia Euroliga fue dando tumbos y disputando partidos a puerta cerrada y lejos del territorio italiano –primer país de la Unión Europea cerrado a cal y canto a causa del coronavirus–, mientras que Saski Baskonia vivió una suerte de «confinamiento sobre ruedas» en su visita al Maccabi: del avión al autobús y de ahí al hotel; para tomar el autobús camino al pabellón y de ahí otra vez al autobús para ir al aeropuerto y salir de Israel sin pisar suelo israelí más allá de lo necesario.
«No hay más protocolo que el esperar a hacer lo que los expertos nos digan. Yo tengo mi propia opinión al respecto, pero al final haremos lo que desde arriba se nos mande», admitía en aquel entonces Dusko Ivanovic, tratando de mentalizar a los suyos de que la pelea por meterse en el Top 8 de la Euroliga no iba a verse truncada, o con la simple idea de no tratar de pensar en lo que está fuera del control de uno mismo.
Total, que aquel partido no se pudo disputar, que la Euroliga 2019/2020 iba a quedar cancelada y que Saski Baskonia, 10 meses después de aquellos avatares, retorna a aquel «lugar de autos» porque este jueves se enfrenta a las 20.05 al Maccabi de Tel Aviv, porque sigue con su lucha por meterse en el Top 8 continental.
Muchas diferencias, pero mucho en común
«No hago más cuentas que el siguiente partido», dijo en aquel entonces el técnico montenegrino, y lo cierto es que puede seguir sosteniendo exactamente el mismo discurso. Con un balance de 9-10, a falta de que este miércoles se complete la decimonovena jornada de la Euroliga, Saski Baskonia ocupa la duodécima plaza, a un solo triunfo del Top 8, pero con el dolor del revés que supuso la derrota por 96-76 del martes ante Fenerbahçe, una derrota que les hizo perder el basket average respecto al cuadro otomano, con lo que en caso de empate a victorias –como es el caso en estos momentos–, son los de Igor Kokoskov quienes llevarían la delantera.
Respecto del Maccabi, este Baskonia tiene en común que llega a Tel Aviv a sabiendas de que el cuadro macabeo se impuso en la jornada de ida en Zurbano. Ahora bien, poco tiene que ver el 63-67 del pasado 10 de diciembre con la paliza que encajó aquel Baskonia entrenado por Velimir Perasovic, 83-113, el 14 de noviembre de 2019, partido en el que el cuadro hebreo se salió del mapa con un 17 de 29 en triples.
Es decir, el basket average particular está en juego en el partido de este jueves, algo mucho más importante en este duelo de 2021 que lo que pudo haber sido el 12 de marzo de 2020. Y es que el el Maccabi hace ahora 10 meses ya estaba matemáticamente clasificado para el Top 8 a falta de seis jornadas para terminar la Liga Regular.
Por contra, con casi toda la segunda vuelta por disputarse en esta campaña 2020/21, el cuadro israelí ocupa la decimotercera posición, con una victoria menos que el Baskonia, por lo que una derrota en Tel Aviv puede suponer un golpe muy duro para las aspiraciones gasteiztarras, o puede dejar a dos partidos, y quién sabe si con el añadido del dichoso average particular, a un rival directísimo y que llega a este encuentro luego de haber cedido en casa el martes frente a Olympiacos, por un 87-89 tras una prórroga.
Las cartas boca arriba
«El cansancio o el viaje desde Málaga o el partido de la noche del domingo ante Unicaja pueden haber influido en esta derrota... siempre y cuando quieras buscar excusas. En realidad, no hemos jugado con energía ni hemos estado concentrados en ningún momento. Por tanto, es normal haber perdido este partido», declaraba Dusko Ivanovic tras la derrota ante Fenerbahçe.
Este discurso es el reverso de la moneda de cuando declaraba que «defendiendo así, podemos ganar la Euroliga», tras remontar 17 puntos de diferencia ante Valencia Basket. Los gasteiztarras saben de la importancia de este duelo ante el Maccabi, y viceversa.
Los entrenados por Ioannis Sfairopoulos siguen basando su juego en la creatividad de Scottie Wilbekin –que el martes se descolgó con un 3 de 12 en triples y 8 pérdidas–, pero el pasado 10 de diciembre supieron ganar en Gasteiz en un día horrible de Wilbekin, siendo Othello Hunter y Tyler Dorsey sus principales baluartes en ataque.
Asimismo, habrá que ver si jugadores como Youssoupha Fall, en desuso por Ivanovic en las últimas jornadas, retornan a su mejor nivel, como por ejemplo se pudo ver ante el Maccabi en Gasteiz, en el que solo las personales terminaron por frenarlos, al tiempo que causó estragos evidentes sobre todo en los primeros minutos del encuentro.