Cuando se cumplen siete años de que Marcelino Bilbao falleciese en la localidad francesa de Châtellerault, el Ayuntamiento de Alonsotegi le ha homenajeado con la colocación en el parque Barrenkale de un monolito en su recuerdo. Al sencillo acto han acudido ediles de PNV y EH Bildu –con la ausencia destacada del alcalde, el jeltzale Joseba Urbieta– y familiares.
Los allegados de este combatiente antifascista habían planteado realizar este acto en otra fecha, una vez se hubiese superado la pandemia, pero los responsables municipales habían rechazado tal posibilidad. Lo cierto es que el acto ha quedado un tanto deslucido.
Entre los presentes hoy en Alonsotegi ha estado el historiador Etxahun Galparsoro, sobrino de Marcelino Bilbao que, en 2020, publicó un libro en el que documentó la intensa vida del preso 4628 de Mauthausen, el primer campo de concentración nazi y el último en ser cerrado por los aliados.
Hace dos años, allegados del teniente del batallón Isaac Puente de la CNT, de Eusko Guradostea, y luego del Ejército republicano español, presentaron una moción al Pleno de Alonsotegi para que se honrase su figura.
«Marcelino Bilbao es conocido a nivel mundial por su importante historia de vida y como familiares, nos llama la atención que en su localidad natal la tengan en el olvido», lamentaron entonces.