La Comisión Europea ha adoptado este viernes el anunciado mecanismo de transparencia en la exportación de vacunas, por el que se exigirá una autorización previa para exportar las dosis contra el covid-19 de aquellos fabricantes con los que la UE ha firmado contratos de adquisición previa y estará en vigor hasta final de marzo de este año.
«El objetivo es proporcionar inmediatamente total transparencia, que hasta ahora ha faltado y es lo que los europeos esperan, y si es necesario nos dará una herramienta para asegurar la entrega de las vacunas», ha dicho en una rueda de prensa del vicepresidente de la Comisión y responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis.
La medida, que entrará en vigor este sábado, llega tras una semana de tensión con la firma anglosueca AstraZeneca debido a los retrasos en la entrega de las dosis contratadas por la UE, que se suman a los registrados días antes en la llegada del fármaco de Pfizer-BioNTech.
Bruselas, que temía que AstraZeneca estuviese entregando al Reino Unido dosis que correspondían a los Veintisiete, quiere controlar cuántas vacunas se producen en su territorio y a qué países se destinan, tras haber financiado por adelantado el desarrollo de las mismas con 2.900 millones de euros en total.
«Llevar la vacuna a los ciudadanos es una tarea fundamental, contrarreloj. No podemos perder tiempo porque las vacunas no se entreguen en el calendario acordado. Tenemos que asegurar que todos los acuerdos de compra son respetados. Pagamos para aumentar la producción y ahora esperamos que cumplan», ha dicho Dombrovskis.
La Comisión Europea negoció y firmó en nombre de los 27 Estados de la UE contratos de adquisición previa con seis laboratorios –Pfizer-BioNTec, Moderna y AstraZeneca, cuyas vacunas ya han sido autorizadas en la UE, además de Johnson & Johnson, Sanofi-GSK y CureVac– para obtener un total de 2.300 millones de dosis de sus vacunas.
El mecanismo de exportación solo se les aplicará a ellas. Cuando quieran exportar fuera de la UE, tendrán que presentar una solicitud de autorización en el Estado miembro en que hayan fabricado las vacunas y las autoridades estatales tendrán dos días –cuatro en casos excepcionales– para decidir si la aprueban.
Para ello deberán evaluar, junto con la Comisión Europea, «si el volumen de exportaciones no es tal como para plantear una amenaza para la ejecución de los acuerdos de adquisición anticipada que la UE ha concluido con los fabricantes de vacunas», ha explicado el Ejecutivo comunitario en un comunicado.
Junto con su primera solicitud de exportación los países tendrán además que aportar los datos sobre las exportaciones que han realizado desde el 29 de octubre pasado.
Esta información permitirá a la UE «arrojar luz sobre las tendencias de exportación» de los últimos meses y sin ella la autorización será denegada, según Dombrovskis.
Fuera de este control quedarán, sin embargo, las entregas por razones humanitarias, los envíos a los países vecinos del sur y este de la UE y a cualquiera de los 92 países de rentas bajas y medias que participan en la iniciativa COVAX de la ONU para el acceso global a la vacuna.
«No nos estamos protegiendo contra ningún país en concreto ni estamos en una competición o carrera contra ningún país. La única carrera es contra el virus», ha insistido la comisaria europea de Salud, Stella Kyriakides.