De una en una o por bloques, PNV y PSE han votado en contra de todas las 1.289 enmiendas parciales al presupuesto presentadas por los grupos de la oposición. Desde la presentación del proyecto de cuentas, el Gobierno y las fuerzas que le apoyan insistieron en que pese a contar con la mayoría absoluta querían ampliar consensos. Sin embargo, no han hablado con ningún grupo para tratar de llegar a acuerdos sobre estas enmiendas parciales ni ha encontrado nada positivo en ninguna de ellas.

Las únicas enmiendas aprobadas han sido un par de carácter técnico presentadas por los propios partidos del Gobierno y otra de ayuda humanitaria al Sáhara que, como cada año, han contado con el apoyo de todos los grupos parlamentarios, a excepción de Vox.

En el turno de debate, los grupos de la oposición han reiterado los argumentos ya expuestos en intervenciones anteriores. Desde EH Bildu, Josu Estarrona, ha destacado que son unos presupuestos «obsoletos» que no sirven para dar respuesta a la actual situación excepcional. La formación independentista había presentado 40 enmiendas con propuestas 140 millones para reforzar la sanidad, 200 millones para financiar un plan de rescate a los sectores más afectados por la crisis del covid, 50 para educación y 20 para apoyo de la juventud.

Elkarrekin Podemos-IU ha sostenido que al proyecto gubernamental le falta valentía. El parlamentario David Soto ha incidido en la necesidad de un mayor endeudamiento. La formación morada ha defendido 226 enmiendas parciales.

PP-Cs registró un total de 836 enmiendas por valor de unos 400 millones y Vox, 217 para cambiar de partidas unos 200 millones de euros.

Las representantes de PNV y PSE han defendido la actuación del Gobierno y han acusado a la oposición de «decir no» a un presupuesto de 12.442 millones de euros, que será definitivamente aprobado el jueves 11 de febrero.