Considerado generalmente como un formato menor, uno con el que ‘ensayar’ antes del paso a los largometrajes, el cortometraje, sin duda, se encuentra ahora en un momento casi dulce, tanto creativo como de visibilidad.
Eso es lo que se desprende del coloquio-presentación, organizado este jueves en la Alhóndiga de Bilbo por Kimuak (la plataforma que selecciona e impulsa los cortometrajes hechos en la CAV), en torno a los dos cortometrajes vascos que optan a los premios Goya del cine estatal y que darán a conocer el 6 de marzo en Málaga.
Entre el público, la dirección de Zinebi, porque el festival de cine documental y cortometrajes de Bilbo ha sido la plataforma donde se han estrenado ambos cortos, e incluso uno de ellos fue premiado en su pasada edición.
Los cortos vascos que optan a los premios Goya son ‘Homeless Home’, una fábula oscura y sorprendente dirigida por el coruñés Alberto Vázquez, producida por el estudio Uniko de Bilbo y que compite en la categoría de animación; y ‘Solo son peces’, un retrato, que podría funcionar también a modo de fábula, sobre la situación del pueblo saharaui: tres mujeres montan una piscifactoría en medio del desierto para surtir de proteína a los habitantes de los campos de refugiados.
Dirigido por Paula Iglesias y Ana Serna, este estupendo cortometraje es un encargo de la Asociación de Amigos y Amigas de la RASD de Araba y es candidato a Mejor Cortometraje Documental.
‘Homeles Home’: el orco vuelve a casa
«En la sociedad en la que nos movemos no tenemos tiempo, y el corto resulta el formato más natural: pequeñas cápulsas de 5 o 10 minutos en las que se cuenta una historia. Si algo bueno ha tenido la pandemia es que los festivales han tenido que abrirse al público utilizando las plataformas de streaming, y público que no se habría acercado a un festival, ha accedido así a los cortos», explica Iván Miñambres, productor ejecutivo de UniKo, la productora ubicada en Bilbo y especializada en animación.
Miñambres sabe de lo que habla, porque en su haber tiene tres premios Goya (‘Birdboy’, ‘Psiconautas’ y ‘Decorad’) y sus proyectos llegan a los festivales internacionales más importantes.
‘Homeless Home’, por ejemplo, se estrenó en la Sección Oficial del Festival de Annecy, el festival de animación más importante del mundo, donde obtuvo el Premio del Jurado, convirtiéndose en el primer corto estatal en conseguirlo. Ahora está preseleccionada para los Oscars de Hollywood, en su edición de 2021 –se sabrán los nominados el próximo día 9–. Disponible para su visionado en la plataforma de Movistar+ y Veomac, está también nominada a Mejor Cortometraje de Animación en los premios Goya del cine estatal que se decidirán en marzo.
Ambientado en un medievo imaginario, ‘Homeless Home’ aborda la vuelta a la tierra de origen con motivo de la crisis económica y social. Es el regreso a la llamada ‘España vaciada’... aunque quien lo haga sea un orco, y su ‘pueblo’, un país lleno de monstruos y brujas. Todos, con problemas muy actuales, un humor muy negro, y un estilo visual muy personal.
‘Solo son peces’: pescando en el desierto
‘Solo son peces’ cuenta la historia de Teslem, Dahba y Jadija, tres mujeres que trabajan en una piscifactoría recientemente abierta, con el objetivo de abastecer a la población saharaui refugiada. Crían tilapias, los peces oriundos de Egipto que llenan las piscifactorías de todo el mundo; peces refugiados como los propios saharauis, como dice en un momento una de las protagonistas.
En medio del desierto, en plena hamada, la zona más árida del Sáhara, este pueblo cuyo mar está siendo esquilmado por Marruecos y los países de Europa cría peces... y esperanza. Porque ‘Solo son peces’ no es solo una historia de unos peces, como reza su título. Producida por la Asociación de Amigos y Amigas de la RASD de Araba, convencida del «poder transformador del cine social», en la actualidad está disponible para su visionado en la plataforma Filmin y Veomac.
También lleva una buena carrera de premios –Gran Premio del Cine estatal, en la última edición de Zinebi, y premiado también Innsbruck–, y tiene una buena representación en los festivales en el circuito documental a nivel internacional tales como el HotDocs, FipaDoc, Elche o MiradasDoc.
Rodada en muy poco tiempo, en dos viajes y unos escasos cinco días, ‘Solo son peces’ logra transmitir, en unas pocas pinceladas, la compleja situación del pueblo saharaui. Un pueblo en guerra en la actualidad –uno de los cámara ha dejado la cámara para coger un arma– y al que, al menos, el covid-19 no está atacando durantemente... aunque es difícil saberlo, por la situación en la que se encuentran: Paula Iglesias y Ana Serna, las directoras del corto, intentaron que las protagonistas enviasen hoy un vídeo en el que hablaran de cómo está la piscifactoría y la vida en los campamentos. Imposible, no se sabe cómo están.