La secretaria general de LAB, Garbiñe Aranburu, y el secretario adjunto, Igor Arroyo, han presentado hoy en Bilbo el proceso para la renovación de su Programa Socioeconómico, que propuso por primera vez en 2005. Lo lleva a cabo, así ha expuesto Arroyo, en una coyuntura en que «el sistema capitalista heteropatriarcal pone en riesgo la supervivencia de las personas y el propio planeta».

«En este contexto –ha defendido Arroyo–, es más importante aún realizar el ejercicio popular de repensar el modelo socioeconómico, las relaciones laborales y la protección social». LAB apunta a que ese programa renovado, que contempla 120 medidas, debe regirse por los principios de democratización, feminismo, ecosocialismo y desarrollo nacional.

«Es indiscutible que el modelo económico va a cambiar. Hay dos cuestiones en juego: cuál será la dirección de este cambio y quién dirigirá el cambio», ha detallado.

En ese proceso emprendido por LAB se aborda la redacción de un Código Laboral y la Seguridad Social Vasco, partiendo de que, según la manifestado Aranburu, «las diferentes reformas laborales y de pensiones impuestas desde Madrid y París han fomentado el uso excesivo de los contratos temporales y han abierto las puertas al despido libre, creando empleo que se destruye con gran facilidad».

La secretaria general de LAB ha sostenido la importancia que las relaciones laborales, el sistema de pensiones y la protección social se transformen en profundidad. «Desde que se formó el nuevo gobierno en Madrid, se ha mostrado la intención de derogar la reforma laboral del PP pero no se han dado pasos en ese sentido. En Euskal Herria, necesitamos la capacidad de decidir plena en temas relacionados con el trabajo, las pensiones y la protección social, para establecer medidas estructurales que garanticen trabajo, pensión y vida digna a toda la ciudadanía, como el Código Laboral y la Seguridad Social Vascas», ha señalado Aranburu.

Reconocimiento de los cuidados

Las bases principales de ese código, ha explicado la dirigente sindical, parten del reconocimiento de todos los trabajos, además del empleo, «también de los trabajos de cuidados que son imprescindibles para el sostenimiento de la vida». Para ello, LAB plantea un sistema de cuidados público comunitario; reducción del tiempo destinado al empleo y la interrupción retribuida por cuidados que sería financiada por el fondo creado expresamente y que resulta absolutamente novedosos. «Quien esté realizando trabajos de cuidados, recibirá un salario equivalente al salario medio de Euskal Herria», ha añadido.

LAB defiende un régimen de cotización único, «para recomponer el sujeto de clase y terminar con la discriminación». Además, que toda persona tenga derecho a un empleo digno, responsabilidad que recae en la Administración. De no hacerlo en el plazo de 6 meses, tendrá que garantizar el Salario Mínimo Interprofesional al demandante como indemnización. Se destaca que los contratos serán indefinidos y se eliminará el despido libre.

La central que lidera Aranburu aboga por promover medidas estructurales para el reparto de todos los trabajos y la riqueza, fijando una semana laboral de 30 horas y salario mensual bruto de un mínimo de 1.400 euros repartidos en 14 pagas, que es el 60% del salario medio de Euskal Herria.

«Aunque tengamos que seguir luchando por la semana laboral de 35 horas y un salario mínimo de 1.200 euros reivindicados en la huelga general del 30 de enero, ya es hora de reivindicar otro paso, para dedicar más tiempo a tareas de cuidados y hacer frente a los retos de la digitalización y la transición energética», han expuesto.

En lo que respecta a las pensiones, LAB apuesta por un sistema público y universal, sin complementos. Se plantea adelantar la edad de jubilación a los 60 años y establecer la jubilación progresiva, con una jornada del 40% el primer año y del 20% el segundo. Del mismo modo, propone equiparar la pensión mínima al Salario Mínimo Interprofesional, «aunque de forma transitoria tengamos que seguir luchando por pensiones mínimas de 1.080 euros», ha precisado Aranburu.

En lugar del actual modelo de Diálogo Social, que da por agotado, LAB propone la creación del Consejo del Trabajo elegido con votos de los y las trabajadoras. «Esta nueva institución tendría la capacidad de inspeccionar el trabajo del gobierno y realizar propuestas legislativas relativas a temas que afectan a trabajadores y trabajadoras», ha detallado la secretaria general.