San Mamés acoge este domingo una Asamblea de compromisarios extraordinaria en la que la Junta que preside Aitor Elizegi buscará sacar adelante las cuentas de la temporada anterior y el presupuesto para el presente curso. Asimismo, junto con los ruegos y preguntas que se podrán trasladar por parte de los compromisarios, se votará por separado la gestión realizada por la directiva. Ese punto es una de las novedades introducidas por los mandatarios de Ibaigane para facilitar la aprobación de las cuentas ya que puede permitir a los socios mostrar su malestar sin condicionar la gobernabilidad del club.
Varios grupos de compromisarios ya han anunciado en las redes sociales y mediante una nota de prensa que votarán en contra. En la Asamblea celebrada a finales de diciembre el rechazo fue contundente. Por recordar el presupuesto apenas obtuvo 256 votos a favor por 454 en contra, 28 en blanco y 24 abstenciones. Aunque se podrá acudir a votar de manera presencial, el cónclave se celebrará por vía telemática. En la última cita participaron 762 de los 930 compromisarios y el año anterior acudieron 600 al Euskalduna.
Que existe un descontento en la masa social rojiblanca y cierto grado de oposición a la directiva es evidente. La falta de explicaciones y contradicciones en algunos asuntos como el intento de fichaje de Llorente han causado un gran revuelo y críticas hacia su gestión. Sin embargo, a día de hoy nadie se ha pronunciado de manera pública para impulsar un relevo en la Junta.
Si las cuentas vuelven a ser rechazadas se abriría un periodo de incertidumbre, aunque Elizegi ha asegurado que su intención es seguir en el cargo hasta junio de 2022.
El escenario ha cambiado por completo en el plano deportivo tras la llegada de Marcelino y la victoria en la Supercopa. Además, el 4 de marzo se disputa la vuelta de las semifinales de Copa y el 3 de abril la final aplazada ante la Real. Ese puede ser un factor determinante a la hora de abogar por la estabilidad institucional en el club.
Asimismo, la directiva ha renunciado a cobrar las cuotas de 2021 a los socios y no devolverá las cantidades abonadas en 2020. Pretenden compensar los partidos a los que no se pudo asistir el año pasado con los que esperan que se jueguen la próxima campaña. Una decisión que ha provocado un crecimiento del déficit hasta los 21 millones de euros en el presupuesto para la presente temporada. El balance económico del año pasado también se cerró con 21 millones de pérdidas.
Unas cifras negativas achacadas al coronavirus. En este sentido, han anunciado que a finales de este año plantearán una «cuota covid» sin especificar cantidades ni de qué manera lo harán.
Segunda rebaja y el fondo de provisiones
En los días previos a la Asamblea, la Junta ha conseguido cerrar el segundo acuerdo para una rebaja salarial de la plantilla del primer equipo. Los sueldos se reducirán entre un 8% y un 10 % dependiendo de variables. Este ahorro en gastos que rondará unos 8 millones ya estaba presupuestado.
En abril de 2020 los jugadores también aceptaron una disminución del 6% en sus emolumentos que supusieron unos 5 millones.
En la previa del partido ante el Villarreal, Marcelino ha alabado la decisión de los jugadores y ha asegurado que demuestra «el sentimiento que tienen hacia el club» y «la concordia y el buen ambiente» existente entre los distintos estamentos.
Cuando la Junta de Elizegi se impuso en las elecciones de diciembre de 2018, el Athletic disponía de un fondo de provisiones de unos 140 millones. La denominada «hucha» heredada de la anterior directiva de Josu Urrutia se consiguió por los beneficios obtenidos por las cláusulas y la repetida participación en competiciones europeas. Al acabar la presente temporada según lo presupuestado, el club contaría con unos 75 millones en el fondo de provisiones.