Un médico que trabaja en el servicio de reanimación se ha convertido este martes en el sanitario número 1.000 en recibir una dosis de la vacuna contra el covid-19 en el Hospital de Baiona.

La campaña de vacunación arrancó en el Hospital de la Costa Vasca el pasado 6 de enero.

Ese día, el director del hospital, Michel Glanes, posaba ante la prensa como primer vacunado, antes de que otros cincuenta sanitarios recibieran la primera dosis de la vacuna Pfizer.

En total, el primer envío de la vacuna permitió al Hospital de Baiona disponer de 4.875 dosis.

Desde las instalaciones hospitalarias la mayoría de esas primeras vacunas de distribuyeron entre las residencias de personas mayores o con discapacidades graves que, según los últimos datos, han vacunado en dos meses al 80% de sus residentes y trabajadoras.

Fue el mismo día de arranque de la vacunación en Ipar Euskal Herria, el 6 de enero, cuando la residencia Arrayade de la capital labortana puso las primeras dosis. Dos residentes, Frederic (86 años) y Micheline (91 años) fueron los primeros en recibir la vacuna.

El hospital baionarra ha sido, por lo demás, el lugar de vacunación de referencia, tanto para el personal sanitario de la red pública como de la privada, aunque la apertura progresiva de centros de vacunación -media docena en toda Ipar Euskal Herria- ha servido para descongestionar poco a poco ese servicio.

Las primeras dosis llegaron a cuentagotas, y sirvieron para vacunar a los sanitarios de primera línea de más de cincuenta años de edad o presentando patologías susceptibles de agravarse en caso de contraer el covid-19. Pero la llegada de la vacuna de AstraZeneca, el 7 de febrero, permitió extender poco a poco la vacunación al conjunto del personal sanitario, incluido el personal de ambulancias.

Con todo, en dos meses, solo alrededor de un tercio de los empleados sanitarios han recibido al menos una dosis de la vacuna en el Hospital de Baiona, donde un joven médico urgentista se ha convertido este martes en el vacunado número mil.