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La inyección de lechada para solucionar los socavones del Topo en Donostia se prolonga

La inyección de lechada, la «solución» encontrada por ETS para tratar de consolidar los terrenos afectados por los derrumbamientos provocados por las obras de la pasante del Topo en Donostia, se prolongará tres meses. EH Bildu ha denunciado que ni el Ayuntamiento ni ETS aportan datos.

Trabajadores intervienen en la zona del socavón de la calle Zubieta el pasado 5 de junio. (Gorka RUBIO/FOKU)
Trabajadores intervienen en la zona del socavón de la calle Zubieta el pasado 5 de junio. (Gorka RUBIO/FOKU)

El equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Donostia, dirigido por Eneko Goia, ha anunciado que la inyección de lechada en los soportales de la Kontxa, una obra provocada por los derrumbamientos registrados por las obras del Topo, se va a prolongar otros tres meses más. «Curiosamente, el texto de la la nota hecha pública ayer es idéntico a la nota de Eusko Trenbide Sarea (ETS) del 3 de agosto, solo que tres meses más tarde. Pero el Gobierno de Eneko Goia no aporta más información ni sobre la necesidad de seguir con esta intervención mucho más allá de los previsto, ni si han detectado nuevos problemas», denuncia EH Bildu.

Este nuevo contratiempo se hace público justo en la semana en que estaba prevista la celebración de tres de los alrededor de 40 juicios que tendrán que afrontar las UTE y las subcontratas del metro por denuncias de trabajadores. En estos momentos está abierto el concurso público para la segunda licitación del tramo Easo-Mirakontxa, que ya acumula un sobrecoste de casi el 130%. Además, aunque tras las aparición de los socavones, en un primer momento, ETS había retrasado de 2022 a 2024 la puesta en marcha de la pasante del Metro, aunque el consejero de Transportes de Lakua, Iñaki Arriola lo ha vuelto a retrasar hasta el 2025.

«En resumen, la pasante del metro sigue acumulando oscurantismo, riesgo para la seguridad de vecinos/as y trabajadores, improvisación, sobrecostes y retrasos. No es momento para seguir ampliando el agujero económico y social que está provocando esta obra», añade EH Bildu.

Una sucesión de problemas

Las obras de la pasante del Metro acumulan una larga sucesión de problemas. En junio, un socavón en la calle Zubieta obligó a parar las obras. En agosto, ETS anunció que durante tres meses inyectaría lechada en la zona para estabilizar la zona. Sin embargo, en noviembre se produjo otro socavón en la calle Zubieta. Ante ello, EH Bildu pidió la convocatoria urgente de la Comisión de seguimiento de las obras del metro y, al finalizar la reunión, el director de ETS anunció ante la prensa que prolongaba la campaña de inyección de lechada unos meses más, «como mucho hasta Semana Santa», un plazo que vuelve a extenderse.

La inyección de lechada se está realizando en los soportales del paseo de la plata de la Kontxa, a la altura comprendida entre las cabinas colectivo y el acceso de los relojes.

A todo ello, hay que sumarle las denuncias de los trabajadores en relación a las condiciones laborales en las que se encuentran en una obra cuya utilidad ha sido cuestionada desde el inicio que ha visto incrementado su presupuesto, hasta el punto de que ha habido que suspender la licitación para hacer una nueva.