Maider Iantzi Goienetxe

La novela de Bakarne Atxukarro se adentra en la crisis de los 40 con unos personajes muy reales

Un día Mabel decidió que ya no aguantaba más. Así que cogió algunas de sus cosas y cerró la puerta con estrépito, sin mirar atrás. Tenía 42 años. Así comienza «El café de los miércoles», la primera novela para adultos de la escritora y periodista Bakarne Atxukarro Estomba, editada con Erein.

Bakarne Atxukarro Estomba con su nueva novela. (Andoni CANELLADA/FOKU)
Bakarne Atxukarro Estomba con su nueva novela. (Andoni CANELLADA/FOKU)

Seguir por el camino transitado hasta ahora o cambiar, ese es el dilema que se le plantea a Mabel, la protagonista de la novela `El café de los miércoles´ (Erein). Es la misma decisión que tuvo que tomar su autora, Bakarne Atxukarro Estomba, cuando, al igual que Mabel, le llegó la crisis de los 40, exactamente cuando tenía 42 años.

¿Qué es lo que quiero hacer? ¿Puedo realmente hacer lo que quiero? ¿Qué hacemos con la mochila que llevamos? ¿Podemos renunciar la responsabilidad que sentimos? ¿Es cuestión de valentía? En opinión de esta escritora y periodista nacida en Irun en los años 70, son preguntas difíciles pero necesarias, que nos llevan a tomar decisiones.

La autora cuenta que la historia surge en 2016 en Donostia, cuando su hermana le cuenta una historia de una mujer que hace pilates todos los miércoles y luego se sienta con sus compañeras a la misma hora, en la misma cafetería, por donde pasa siempre un hombre que se queda mirando. Un día las chicas no van a pilates, pero la protagonista sí y el hombre entra y le invita a un café.

Ese es el comienzo de la primera novela para adultos de Atxukarro. A partir de ahí, «los personajes cobran vida propia y hacen lo que les da la gana», ha explicado en la presentación presencial y telemática realizada hoy con Erein en Donostia.

La protagonista de la historia es Mabel, que con 42 años, viendo que no estaba viviendo la vida que quería, cogió algunas de sus cosas y cerró la puerta con estrépito, sin mirar atrás. «Tenía que reflejar que el personaje estaba muy perdido. Había empezado de cero. Soy periodista. Soy muy buena observando, necesito referentes reales para las historias. Así que situé la historia en un pueblo de Asturias, en Candás».

Allí confluyen las historias de seis mujeres. Podría ser, también, la historia de una sola mujer, descrita en seis etapas diferentes de su vida. Amores prohibidos, maternidad, sueños, mundo laboral, frustraciones, nuevas oportunidades, humor… Ingredientes que forman parte de esta novela en la que es fácil llegar a identificarse con alguna de sus protagonistas… o con todas.

Necesidad de respeto

«Las personas somos totalmente distintas las unas de las otras. Es algo que ella va descubriendo. `Ya ha venido la niña pija de ciudad al pueblo´. Tiene ese punto. (...) Conoce a mujeres que tienen atrás una historia muy dura y ella las prejuzga», ha comentado.

«Hay una necesidad de respeto los unos a los otros, tenemos que ponernos en los zapatos de los demás, aquí no hay café para todos. De la experiencia ajena nadie aprende (...). Ella ha venido escapando de sus miserias. Todos tenemos miserias, no podemos escapar de ellas, tenemos que convivir con ellas. Se da cuenta de eso. Luego tiene que tomar decisiones: seguir por el camino de siempre o cambiar. Es un camino que tomas tú con plena consciencia».

Sus personajes son reales. Todos están inspirados en personas reales. Es lo que hace creíble y cercana esta historia.