La tasa de vacunación en Euskal Herria, donde no llega a un 10% el porcentaje de población que ha recibido al menos la primera dosis, sigue siendo demasiado baja para plantearse siquiera un escenario de inmunidad colectiva, sin embargo, el efecto de las vacunas parece que ya se está notando en la vertiente más trágica de la pandemia, la de los decesos provocados por el virus.
Así, los informes epidemiológicos de los Gobiernos de Lakua e Iruñea indican que la semana pasada fallecieron 44 personas en Hego Euskal Herria a causa del covid: 40 en la CAV –serían 54 teniendo en cuenta a todos los fallecidos que habían dado positivo en los dos meses anteriores al óbito– y cuatro en Nafarroa, la cifra más baja desde la semana comprendida entre el 31 de agosto y el 6 de setiembre, hace medio año, aún en verano.
En aquellos siete días murieron por el covid 36 personas, treinta en la CAV y seis en Nafarroa, y desde entonces no ha habido una semana con menor número de fallecidos por covid.
Por supuesto, la caída del número general de contagios, que poco a poco está reduciendo la presión asistencial, explica gran parte del descenso de los fallecimientos, pero sin duda otro factor importante en esta evolución tan rápida –un 43% menos de muertes en dos semanas– se explica por la práctica erradicación del virus en las residencias.
Y es que las muertes ocurridas entre usuarios y usuarias de los centros para mayores representan en torno al 35% de los 5.023 fallecidos registrados hasta la fecha en Hego Euskal Herria, y el inicio de año fue muy duro, con semanas en las que hubo una veintena de víctimas, sobre todo en Bizkaia. Por contra, hace varias jornadas que no hay ningún caso activo en ese herrialde, y tampoco en Gipuzkoa y Nafarroa, y solo constan tres contagios en Araba, una situación diametralmente opuesta a la de hace poco más de un mes, que también se refleja en los datos de defunciones.
Vacunados contagiados
De momento, el de las residencias es el ejemplo más evidente del impacto de las vacunas en la afección del virus, aunque a medida que avanza la campaña empiezan a recabarse más datos. Por ejemplo, los aportados ayer por la consejera de Salud de Lakua, quien indicó que solo el 0,69% de las personas que han recibido alguna dosis de la vacuna han sido diagnosticados de covid-19, un porcentaje se reduce al 0,15% si únicamente se tiene en cuenta a quienes han completado el proceso, es decir, quienes han recibido dos dosis, y cae hasta el 0,02% cuando había transcurrido una semana desde que se recibió la segunda, plazo que se considera necesario para desarrollar las defensas.
En la comparecencia semanal que protagoniza en el Parlamento, Gotzone Sagardui explicó que el 2 de marzo se habían administrado en la CAV 138.847 dosis, de las cuales 49.033 correspondían a la segunda inoculación, y a fecha de ayer han dado positivo 961 personas tras haber recibido alguna de las dosis, 75 de ellas tras la segunda.
«Creemos que estos datos estadísticos ofrecen una visión relevante sobre la eficacia del proceso de vacunación», apuntó la consejera, quien, con todo, insistió en que sigue habiendo una situación de «transmisión tensionada» del virus, por lo que es necesario seguir «alerta» ante la «incertidumbre» que sigue existiendo en torno a la pandemia.