El Covid-19 va a provocar que Osasuna acuda mermado a su importante cita con el Valladolid, un rival directo en la lucha por la permanencia, que llega al estadio iruindarra después de vencer al Getafe y a solo tres puntos de la escuadra navarra en la clasificación.
El técnico rojillo, Jagoba Arrasate, que ha convocado a 20 futbolistas, no podrá contar con Oier, Roberto Torres y Unai García, un considerable hándicap, sobre todo teniendo en cuenta el caso de los dos primeros, pues la acumulación de minutos de ambos los hace ser considerados titulares en el esquema del preparador de Berriatua.
«Son tres de los capitanes y su baja se hará notar por la influencia que tienen no solo en el césped, sino también en el vestuario o la grada. Es lo que toca y tenemos que convivir con ello, no somos ajenos a lo que le está sucediendo a la sociedad», ha señalado el míster vizcaino.
En todo caso, ha querido dejar claro que «tenemos garantías para sacar un once competitivo» y que ahora se trata de «focalizar en los que estarán mañana más que darme cabezazos contra la pared» por la situación generada a última hora.
De hecho, el buen momento de jugadores como Moncayola, Torró o Kike Barja, sumado al regreso progresivo de Darko y Jony, piezas que también pueden manejarse en las posiciones de los ausentes, permite pensar que no se les pueda echar tanto de menos en un duelo que puede marcar un antes y un después.
Caso de obtener la victoria, Osasuna no solo alejaría a una distancia de dos partidos a un contrincante directo, sino que también superaría la cifra de la treintena de puntos y acercaría de manera notable el objetivo de salvar la categoría por segundo ejercicio consecutivo.
«Va a ser un encuentro muy diferente al de la ida –ha vaticinado Arrasate–, en aquel los ataques se impusieron a las defensas. Ahora nosotros estamos mejor que entonces, pero también el Valladolid vive un buen momento, los espero muy ordenados, con las líneas juntas y con la dificultad de meterle ritmo».
Precisamente eso es lo que más teme el entrenador osasunista, que los suyos caigan en la dinámica en la que se encuentran cómodos los pucelanos. «El problema es que te contagien de su ritmo bajo, que se juegue a lo que ellos quieran. Si es un partido de ida y vuelta, llegando rápido al área, tendremos más opciones de ganar», ha contrapuesto.
Una derrota en más de tres décadas
Una única derrota en los últimos 17 enfrentamientos en que se han medido ambos equipos desde el año 1990 en el estadio iruindarra dan una idea de la fiabilidad rojilla frente a los blanquivioletas en propio campo. El Valladolid es, además, el segundo contrario al que en más ocasiones se ha enfrentado Osasuna en competiciones oficiales, por detrás del Sevilla.
Como ya suele ser habitual esta temporada, habida cuenta de la versatilidad que ha mostrado el equipo en cuanto a dibujos tácticos, una de las incógnitas del duelo es saber qué disposición táctica pondrá en liza Arrasate, aunque el hecho de jugar como local puede hacer que gane enteros la opción de saltar con dos delanteros natos.
Osasuna viene de perder sus dos últimos compromisos caseros por el mismo resultado (0-2), pero ambos han sido ante enemigos de enjundia –Sevilla y Barcelona–, habiendo ofrecido una imagen y prestaciones que invitan al optimismo, pese a las derrotas.
«Creo que el guion de mañana va a ser otro, pero de esos partidos sacamos la conclusión de que podemos poner el listón alto y competir con rivales superiores, realizando un buen balance defensivo. Si mantenemos ese nivel, seguro que vamos a tener opciones de sumar», ha apuntado Arrasate.