La incidencia acumulada del covid-19 en la CAV creció el jueves por primera vez desde el 3 de febrero, cuando comenzó una mejora que a diferente ritmo se ha mantenido durante cinco semanas. La subida fue muy pequeña, de menos de un punto –de 199,75 a 200,30 casos por cien mil habitantes–, pero viene a confirmar la mala tendencia de las últimas jornadas, y sobre todo, la preocupante evolución que se está dando en Gipuzkoa.

Y es que ese herrialde, que ayer notificó 138 nuevos casos, la cifra más alta desde mediados del mes pasado, registra el peor balance de contagios semanales en Hego Euskal Herria, con una subida del 19,16% respecto a la semana anterior. Así, en los últimos siete días se han detectado 684 positivos por covid-19, por los 574 de los siete días previos. Y con cuatro jornadas consecutivas sumando más de un centenar de casos, la tendencia parece que es al alza.

La Rt se dispara

La incidencia acumulada, que no solo ha crecido a siete días sino también a catorce –de 167 a 174–, no es el único parámetro negativo en Gipuzkoa, pues otro muy importante a la hora de calibrar la evolución de la pandemia, el índice de reproductividad Rt, que muestra si el virus está en expansión o si se contrae, lleva tres días seguidos por encima de 1, y en las últimas 24 horas se ha disparado hasta 1,12.

Hace una semana era de 0,92, y a raíz del rápido incremento en Gipuzkoa la Rt de la CAV ya está en ese límite del 1.

Araba, con 0,97, y Bizkaia, con 0,95, se mantienen todavía por debajo de esa referencia, y a diferencia de Gipuzkoa han seguido reduciendo el número de contagios detectados esta semana: 53 menos en el primer caso y 87 menos en el segundo. Aunque también en su caso el estancamiento de la mejora es claro.

La evolución no es mejor en Nafarroa, donde ha aumentado igualmente el número de positivos notificados en la última semana. No tanto como en Gipuzkoa, un 7%, 408 casos frente a 381, pero suficiente para que la consejera Santos Indurain valorara el miércoles esa tendencia como «un indicador que ha cambiado y lleva a la alerta».

Ese herrialde tiene a favor que la incidencia acumulada está en cifras más bajas que el resto, 119 casos por cien mil habitantes, y la positividad se mantuvo ayer en el 3,5%, mientras que en la CAV ascendía hasta el 5,2%, por encima del listón que señala una situación descontrolada.

Con estos números sobre la mesa, el subdirector de Salud Pública del Gobierno de Lakua, Koldo Cambra, apuntó ayer que tras la «tras la ralentización en la velocidad de bajada» de la incidencia del covid, ahora «probablemente» se ha llegado a «un estancamiento o valle». Y añadió que «está por ver si hay un cambio de tendencia manifiesto hacia valores más altos o no».

En rueda de prensa junto al viceconsejero, José Luis Quintas, Cambra afirmó que no hay una «razón concreta» que explique el cambio, aunque sí indicó que ha podido influir la cada vez mayor prevalencia de la cepa británica, dado que se transmite más fácilmente y ya representa el 65% de los casos en la CAV.

Ante esta situación, el viceconsejero llamó a mantener la prudencia, a no relajarse y a seguir cumpliendo las medidas preventivas, porque, según apostilló, son efectivas contra todas las variantes, y el objetivo de bajar la incidencia acumulada a 60 casos por 100.000 habitantes «está muy lejos todavía».