Begoña Alfaro ha sido la escogida por la militancia de Podemos-Ahal Dugu en Nafarroa para ser la nueva coordinadora autonómica de la formación por delante de Ainhoa Aznarez y Neniques Roldán. Su mensaje central ha sido que Podemos debía recuperar la calle.

-¿Cómo valora el resultado de las votaciones? Ha obtenido un apoyo notable de la militancia, con casi dos tercios de quienes votaron.

-La valoración que hacemos es que estamos contentísimas. Nos da alegría el hecho de comprobar que la militancia, de una forma mayoritaria, casi rotunda, ha hecho una apuesta por las líneas en las que se fundamentaba nuestro proyecto, de recuperar calle, de reforzar territorio, de reforzar partido. En última instancia, buscábamos volver a lo que fue Podemos en sus inicios, lo que nosotros llamábamos Reiniciar Podemos, que era el nombre de nuestra candidatura.

-En este proceso de Reiniciar Podemos, una de las primeras decisiones ha sido la de concertar reuniones con IU y con Batzarre, que tendrán lugar este mismo lunes por la tarde. ¿Buscan aglutinar a las fuerzas de izquierdas no abertzales en Nafarroa?

-La idea que nosotras teníamos era precisamente, si los resultados nos avalaban, era marcar esa tendencia de que es necesario trabajar desde ya, de que es necesario extrapolar a la Comunidad Foral el proyecto que ya existe a nivel estatal y en muchos municipios. Queríamos que las primeras reuniones fueran con ellos, porque creemos firmemente que la forma de trabajar tiene que ser desde ya, con espacios de trabajo continuos y permanentes, y desde la base y no como ha podido suceder en otras ocasiones de esperar a fechas electorales, que siempre lo complica todos. Creemos que la fuerza de trabajar tiene que ser otra y queríamos marcar tendencia.

-En cualquier caso, aunque en Nafarroa todavía no hay perspectivas electorales a corto plazo, me imagino que se habrá hecho una autocrítica de las últimas convocatorias. En el Ayuntamiento de Iruñea la dispersión de voto de ese sector político provocó unos malos resultados y la pérdida de representación.

-Efectivamente. Nosotros sí que hemos hecho esa reflexión a título individual, como Podemos Navarra. O como candidatura ahora ya electa a la dirección de Podemos Navarra. No la hemos compartido ni con IU ni con Batzarre porque los contactos van a comenzar ahora. Pero sí que teníamos claro que lo que no podíamos permitirnos era que volviese a suceder lo que, como bien dice, sucedió en el Ayuntamiento de Iruñea o en el de Tutera. Se perdió una alcaldía y se perdió un gobierno municipal en el que se había trabajado muy bien. Nosotras entendemos que, junto a otros factores, se debió a no trabajar juntas o por no prolongar ese proyecto que ya se estaba dando de facto en el trabajo municipal.

-La idea fuerza de su candidatura ha sido recuperar la calle. ¿La presencia de Podemos en las instituciones ha provocado que se olvidara de la calle, que se reivindica como su origen?

-Lo que tenemos claro es que Podemos tiene que ser el instrumento para dar voz a espacios sociales y la ciuadanía organizada. Quiero ser justa y entiendo que tiene que ser dificilísimo gestionar en solo siete años de vida que tiene Podemos la entrada en distintos gobiernos e instituciones. Pero la realidad es que no se estaba trabajando la necesidad de ser la voz de la calle organizada con la intensidad que creemos que debe tener. Es el ADN de Podemos y tiene que ser su nota característica y fundamental. Con esa idea nos presentamos. De hecho, una de las primeras actuaciones que vamos a llevar cabo es ponernos en contacto con los distintos colectivos sociales para canalizar sus peticiones y sus reivindicaciones y que se puedan llevar a la agenda institucional.

-Esta apuesta por la calle no supone una crítica a la presencia en las instituciones. ¿No está en cuestión la presencia de Podemos-Ahal Dugu en el Gobierno navarro?

-En absoluto. Ni hay crítica ni hay cuestionamiento. Sí que creemos que hay que estar en las instituciones porque la calle tiene límites. Hay que estar en las instituciones con un proyecto claro y solvente, pero no tenemos que olvidarnos de que en las instituciones tenemos que ser la voz de la calle y de la ciudadanía organizada.