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Carme Forcadell reclama en un libro cárceles abiertas y que se dé voz a las mujeres presas

Dar voz a las mujeres presas y cárceles abiertas son dos de las reivindicaciones que la expresidenta del Parlament de Catalunya Carme Forcadell realiza en ‘Escrivim el futur amb tinta lila’ el libro que ha escrito y que hoy se ha presentado.

Carme Forcadell entregó ayer al Arxiu Nacional de Catalunya las cartas recibidas en la cárcel. (CONSELLERIA DE CULTURA-HANDOUT/EUROPA PRESS)
Carme Forcadell entregó ayer al Arxiu Nacional de Catalunya las cartas recibidas en la cárcel. (CONSELLERIA DE CULTURA-HANDOUT/EUROPA PRESS)

La expresidenta del Parlament de Catalunya Carme Forcadell ha defendido hacer cárceles abiertas en las que se minimice la función punitiva y tenga más peso la voluntad de reinserción, y ha reivindicado la necesidad de que se tenga en cuenta la voz de las mujeres presas en las decisiones que se tomen en el sistema penitenciario.

Lo ha explicado en la rueda de prensa telemática de presentación de su libro 'Escrivim el futur amb tinta lila (Escribimos el futuro con tinta lila)’ (Destino), que se ha publicado este miércoles y en el que narra su experiencia en prisión y expone su compromiso con el feminismo.

Forcadell ha asegurado que ha escrito este libro para visibilizar el sistema penitenciario, para que la gente conozca cómo funcionan las cárceles, ya que cree que es un sistema hermético del que se conocen pocas cosas, y ha sostenido que la sociedad debería reflexionar sobre si funciona.

Para ella, el actual sistema penitenciario no funciona porque no ayuda a reincorporar a los presos a la sociedad y ha alertado de que muchas de las mujeres encarceladas  tienen desde que nacen las condiciones para acabar en prisión: «Son delincuentes pero también son víctimas», y cuestiona que, si no fueran previamente víctimas de la sociedad, probablemente no habrían sido delincuentes.

«Muchas de ellas han nacido en una situación muy difícil y les han fallado los dos pilares más importantes: la familia y la educación, y han acabado en prisión. Han nacido estigmatizadas», por lo que cree que la sociedad debería trabajar para evitar que el camino de estas mujeres sea el de la cárcel.

Cárceles abiertas

Así, la expresidenta del Parlament ha apostado por hacer cárceles abiertas, en las que los presos puedan salir durante el día y dormir en prisión, como sucede en algunos países nórdicos.

Considera que lo importante es que la parte punitiva de la cárcel sea la mínima, ya que «se ha demostrado que no funciona», y potenciar la función de reinserción dando más responsabilidades a los presos para que tengan trabajo y «se sientan útiles en la sociedad».

Esta es la petición que ha hecho al próximo conseller de Justicia que sea nombrado en el nuevo Govern y el modelo que cree que debería tener la nueva prisión de mujeres que se construirá en la Zona Franca de Barcelona.

Mejoras para las presas

Con este libro, Forcadell también pretende explicar la labor que ha tratado de hacer en la cárcel para defender los derechos de las mujeres presas, ya que critica que el sistema penitenciario está hecho y pensado por y para hombres.

En este sentido, afirma que su paso por la cárcel ha reafirmado sus convicciones feministas y que ha intentado convencer al resto de presas de la necesidad del feminismo.

Cuenta que en las tres prisiones en las que ha estado (Alcalá-Meco, Mas d'Enric y Wad-Ras) ha buscado unir a las mujeres encarceladas para hacer demandas a la dirección de los centros, como que haya secadores de pelo y ampliar el horario de trabajo de las presas para equipararlo al de los hombres, entre otras cuestiones.

La que asegura que valora más es la de haber logrado que en la toma de decisiones y en los cambios que se introduzcan en la prisión se tenga en cuenta la voz de los módulos de mujeres para que no solo influyan los reclusos masculinos.

Sororidad

Además, ha destacado que, con estas demandas y con la sororidad que ha intentado ejercer en la cárcel, la autoestima de muchas de las presas ha mejorado: «Entendieron que eran capaces, que podían cambiar las cosas, que podían ser amas de su destino y decidir sobre su futuro», ya que antes se autoculpaban de haber estado en prisión cuando, según ella, en muchas ocasiones han acabado encarceladas por la influencia de sus parejas.

Como metáfora para ilustrar esta voluntad, Forcadell utiliza un bolígrafo con tinta lila, que se entrega junto al libro, y todos los beneficios se destinarán a asociaciones y entidades que trabajan por la integración y la mejora de las condiciones de vida de las mujeres encarceladas.