Los nueve diputados de la CUP en el Parlament de Catalunya votarán a favor de la investidura de Pere Aragonès como president de la Generalitat en el pleno previsto para este viernes. Según la formación, el acuerdo alcanzado con ERC debe ser un «punto de partida» para afrontar una legislatura basada en «la acumulación de fuerzas y la confrontación democrática» con el Estado.
La diputada Eulàlia Reguant ha anunciado este jueves en rueda de prensa la decisión adoptada por la militancia de la CUP de aprobar el preacuerdo con ERC. En total, unos 1.400 militantes independentistas han aprobado el acuerdo que la formación y el partido de Aragonès. Tal como ha explicado Reguant, el compromiso alcanzado con los republicanos no supone un acuerdo de gobierno, sino que se trata de un «acuerdo de mínimos» para que esta legislatura se inicie «con un cambio político».
Sobre la posibilidad de formar parte del próximo Govern, Reguant ha apuntado que este debate forma parte del proceso y que están dispuestos a hacer «todo lo necesario» para que la legislatura progrese, aunque ha aclarado que la decisión, de nuevo, se pondría en manos de la militancia.
Entrando en el contenido del acuerdo, Reguant considera que algunos de los puntos son «demasiado blandos», pero ha abogado por continuar trabajando para que las posiciones acordadas sean «un punto de partida que nos permita avanzar, y no de llegada».
«El preacuerdo no tiene la profundidad que el país necesita para dar respuesta a los retos en que se encuentra. Nos gustaría ir más allá, y la CUP apuesta por profundizar en algunos puntos», ha declarado Reguant, explicando que el documento no recoge renuncias sino «puntos de consenso».
Aunque la propuesta del preacuerdo ha logrado un apoyo del 59,31% de la militancia, según datos de la organización, un 85,59% de los militantes también han considerado que el acuerdo es insuficiente.
En cuanto a la Mesa de Diálogo, la formación ha asegurado que no participan ni participarán en ella, ya que ésta «no dará salida a las demandas de conflicto» actuales, esto es, «la amnistía» y «el derecho a la autodeterminación» de Catalunya. Aún así, Reguant ha explicado que no usarán la Mesa de Diálogo para negar su apoyo a ERC y que seguirán con su oposición al PSOE, «por ser un partido del régimen».
En cuanto al papel de la formación anticapitalista en el Parlament, la diputada cree que servirá para hacer virar la mayoría parlamentaria y al propia govern hacia la izquierda, a la vez que, partiendo de «propuestas mayoritarias» en el seno de la sociedad catalana, quieren generar escenarios de choque» con «el marco constitucional y los intereses de las élites».
Apoyo de Junts
A pesar de contar con el apoyo de la CUP, ERC todavía necesita los votos favorables de Junts para sacar adelante la investidura de Pere Aragonès. Así, Reguant ha lanzado un mensaje de «responsabilidad» a la formación de Laura Borràs para sumarse al acuerdo alcanzado. «No entenderíamos que Junts no compartiera elementos como la renta básica o la banca pública como herramientas para dar salida a la crisis económica y social que vivimos», ha declarado.
La diputada también ha afirmado que ERC ha mostrado su compromiso por mantener el acuerdo alcanzado, y que, en caso de que republicanos y Junts lleguen a nuevos pactos, estos deben «sumar para mejorarlo, no limitarlo». Además de a Junts, la CUP también se ha dirigido a En Comú Podem para que decidan «si quieren seguir siendo la muleta del régimen» o si quieren contribuir en el «cambio del país».