Ion Salgado
Aktualitateko erredaktorea / redactor de actualidad

La hostelería alavesa clama contra la «pésima gestión» de Lakua

Los hosteleros alaveses han comparecido este mediodía ante los medios de comunicación en la plaza de la Virgen Blanca de Gasteiz, donde han denunciado la «pésima gestión» de Lakua y han anunciado que el 10 de abril saldrán a las calles para mostrar su enfado y exigir medidas a las instituciones.

Rueda de prensa ofrecida en el centro de Gasteiz. (Endika PORTILLO/FOKU)
Rueda de prensa ofrecida en el centro de Gasteiz. (Endika PORTILLO/FOKU)

Los hosteleros alaveses están «al borde del precipicio», afectados por la «pésima gestión por parte de Urkullu y su Ejecutivo. Y seguimos sin indemnizaciones económicas suficientes ni rápidas para paliar la ingente sangría económica de todas la actividad que englobar a nuestro sector». Así lo han denunciado Karlos Sobrón y Barezi Valencia, que han comparecido ante los medios en nombre en representación de SOS Ostalariza, Hosteleros de Vitoria y Álava, Aenkomer, Kutxiko Taskoeroak y Ashovi.

En una rueda de prensa ofrecida en la plaza de la Virgen Blanca, ante la sede del PNV, Sobrón y Valencia han recordado que, a consecuencia de las medidas implementadas para hacer frente a la pandemia, «llevamos más de un año con cierres y limitaciones de aforo y horario; y no estamos, ni lo hemos estado en todo este tiempo, trabajado para llevarnos un sueldo digno a casa, sino, con suerte, para cubrir gastos, los cuales no tienen restricciones».

Han advertido de que están «en el borde del precipicio», cansados de «los continuos ataques incompresibles a los hosteleros»; y han censurado que el Gobierno de Gasteiz «piensa que no es suficiente, que aun podemos aguantar con menos y ahora se inventa una tasa de incidencia de 400 casos por 100.000 habitantes para poder ahogarnos un poco más, si es que es posible». «Nos dejan trabajar en el interior durante un tiempo muchísimo más reducido que hasta ahora y las terrazas no son rentables para la gran mayoría de los locales», han añadido.

A este respecto, han recordado que «más del 45% de los locales no tienen terraza, otro 30% tiene menos de cuatro mesas y aquellos que tiene las suficientes para rentabilizar la apertura dependerán de que haya buen tiempo». Y han alertado de que, si se opta por cerrar el interior de los bares en aquellos municipios con una incidencia acumulada de 150 casos en catorce días por 100.000 habitantes, «estaríamos ante un cierre total encubierto».

Asimismo, han señalado que «es muy posibles» que este tipo de medidas «sean en vano, porque ni siquiera el cierre total de la hostelería durante meses en diferentes países europeos –en alusión a Alemania y al Estado francés– consigue frenar los contagios, sino que, al contrario, los aumenta».

En este sentido, han recordado que la incidencia en la CAV continuó descendiendo tras el fallo del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, que permitió la apertura de los bares en municipios con una incidencia superior a 500 casos. Han indicado que la tendencia cambió tras la apertura de la movilidad entre municipios, decretada el pasado 5 de marzo. «Pero vuelven a cargar contra nosotros, sin dar mas alternativa que restringir la hostelería sin mirar otros ámbitos, como el transporte publico», ha apuntado Sobrón.

Movilizaciones el 10 de abril

Cansados de esta situación, los hosteleros de Araba, al igual que los de Bizkaia y de Gipuzkoa, saldrán a las calles de las tres capitales el 10 de abril para mostrar «nuestro más enérgico enfado». La marcha de Gasteiz partirá a las 19.00 desde la plaza Bilbao, y servirá para trasladar a las instituciones las reivindicaciones del sector.

Al Gobierno autonómico le piden que indemnice a los establecimientos que no puedan trabajar al cien por cien de su capacidad y horario, «creando una tabla según las restricciones dentro de un fondo único de compensación para agilizar los trámites y abono de las mismas». Además, quieren que el Ejecutivo complemente el suelo de los y de las trabajadoras que se encuentran en ERTE, que «están cobrando un 30% menos de su base imponible y perdiendo meses de paro, si algún día lo necesitan».

A las Diputación de Araba le reclaman la devolución de la retención por alquileres correspondiente a 2020 y la suspensón de la 2021, así como una reducción del IRPF. Y los consistorios les solicitan la devolución de las tasas de veladores y basuras del año pasado y la supresión de las del presente. También piden que se «faciliten y agilicen» los trámites para la instalación de veladores.

«Las limosnas que saben vender tan Ben mediáticamente llegan tarde señor Urkullu. Los impuestos los seguimos pagando al cien por cien y ustedes siguen alardeando de macrocifras económicas para sacarnos de esta pesadilla, pero no nos informan de cómo ni cuándo las van a poner en marcha. Nos consta que hay dinero, ¿pero qué pasa con la voluntad política? ¿Somos ciudadanos de segunda clase?», han preguntado los presentes, entre los que hay personas que lo están pasando realmente mal.

«Nos hacen hipotecar el futuro de nuestros hijos»

Uno de ellos es Maki, que trabaja con su pareja en el bar, debido a la falta de ingresos para mantener al resto de trabajadores en ERTE. «Mi hijo acaba la Secundaria este año, y no sabemos si nos va a llegar para pagarle los estudios. Nos están haciendo hipotecar el futuro de nuestros hijos porque no sabemos si le vamos a poder dar estudios», ha explicado en declaraciones a NAIZ.

Él, al igual que otros muchos hosteleros, ve el corto plazo «bastante negro». «Cada momento que pasa se inventan restricciones nuevas con lo que es imposible hacer un plan para el negocio y es imposible hacer un plan para nuestras empleadas. Estamos subsistiendo de mala manera y sin ningún pan de futuro», ha lamentado.

Más optimista se ha mostrado Ustaritz, que trabaja en un bar dedicado al ambiente nocturno que a día de hoy permanece cerrado. «Estamos mal, en una situación difícil, pero con la esperanza de que mejore», ha aseverado. Su esperanza es que tanto él como el resto de las personas que trabajan en el establecimiento, once en total, puedan volver a trabajar en verano.