El Adarraga de Logroño enfrenta este domingo la trayectoria de dos parejas a las que su propia irregularidad no ha permitido ofrecer todo el rendimiento que de ellos se esperaba, lo que los ha condenado a un partido sin retorno en su camino a las semifinales. Aprovechado el pasado fin de semana para recuperarse de los problemas en sus herramientas que han venido afectando a Joseba Ezkurdia y Beñat Rezusta en las últimas semanas, el de Arbizu y Ladis Galarza y Aimar Olaizola y el de Bergara se miden en otra eliminatoria en la que una de las dos parejas ha obtenido la victoria en los dos precedentes del campeonato de este año.
Sin embargo, el vigente delantero campeón es consciente de que deben resetear, hacer borrón y cuenta nueva, pues los marcadores vuelven a estar a cero en la carrera por las txapelas., por mucho que parezca que últimamente le tiene tomada la medida a Olaizola II, al que se ha impuesto en los tres últimos partidos disputados, los dos de este año y la final de 2020. «Los precedentes no son malos, pero no valen para nada, creo que ahora empieza un nuevo campeonato, el que pierde va a casa y a ver si hacemos las cosas bien. Habrá tensión, habrá nervios, pero si hacemos lo nuestro, tendremos opciones de ganar, aunque Aimar y Beñat tienen mucha experiencia, saben gestionar muy bien sus nervios y la tensión, será un partido duro, difícil pero bonito para jugar», ha apuntado el de Arbizu.
Recuperados
Sobre su derecha ha explicado que ya llevaba un par de semanas con molestias, por lo que, viendo que no se jugaban nada el pasado domingo, prefirió descansar, lo que entiende ha sido una buena decisión. El martes realizó un entrenamiento con algo más de trapo de lo habitual y las sensaciones fueron buenas, por lo que saldrá a tope el domingo.
La situación es muy similar a la de Beñat Rezusta, que también cedió su puesto a Ibai Zabala el pasado viernes en Bilbo , lo que le sirve para plantarse «sin excusas», en el Adarraga.
Lo que no es tan parecido es la última trayectoria de ambas parejas, ya que mientras los de Aspe se presentan tras tres victorias consecutivas, los de Baiko lo hacen tras haber caído en sus tres últimos compromisos. Sin embargo, esto no parece preocupar en exceso a un Aimar Olaizola que sabe mejor que nadie que en este tipo de partidos lo importante es cómo se encuentra uno una vez que el juez lance la chapa al aire y se ponga la pelota en juego.
«Es un partido típico de los que solía haber antes, de los que el que ganaba seguía adelante y el que pierde se va a casa. Ese tipo de partidos, a mí por lo menos, siempre me han gustado. El pelotari tiene un poco de presión, son días en los que en ese momento hay que jugar y hay que darlo todo. Tenemos un partido bonito, muy difícil, contra una pareja que juega muchísimo, que nos han ganado los dos partidos que hemos jugado, pero estoy con ilusión y espero que sigamos adelante», ha apuntado el de Goizueta, que disputará su partido número 245 en el Parejas.