Maristas se incorporará mañana a los vacunódromos de Forem y la UPNA para acelerar el proceso, a lo que también contribuirá que la vacuna de AstraZeneca se va a administrar a personas de hasta 69 años.

La consejera de Salud, Santos Induráin, ha afirmado que «nos encontramos en una situación delicada» por el avance de los contagios debido a una mayor movilidad e interacción social, y a la cepa británica, que representa ya el 98% de los casos y conlleva un aumento de la hospitalización, también en las UCI.

«Los pacientes que están ingresando son de menos edad y más graves. Por eso es muy necesario avanzar en la prevención con medidas individuales y colectivas», ha subrayado.

Así, ha señalado que «no podemos relajar las medidas de protección individual y colectiva». «La semana pasada hablábamos de freno en el ascenso de casos, pero esta semana vamos a tener más casos», ha dicho.

Induráin ha achacado este incremento a la interacción social «muy alta» en los últimos días y a la mayor contagiosidad de la cepa británica. «Cuando afecta a un miembro de la familia, se extiende al cien por cien del ámbito familiar», ha afirmado.

La consejera ha explicado que esta situación «está llevando a unos indicadores elevados de incidencia que tenemos que parar, porque se empieza a tensionar el sistema hospitalario». «Tenemos 31 pacientes en UCI y no queremos empezar a plantear si hace falta alguna desprogramación quirúrgica», ha dicho.

De ahí la importancia de reforzar la vacunación en la medida que los suministros lo permitan, por lo que, de cumplirse con lo previsto, ha insistido en que a finales de junio estará vacunada el 40% de la población vacunable, en concreto los mayores de 60 años y las personas de alto riesgo.

Al respecto, Induráin ha detallado que hasta ahora «hemos avanzado al ritmo que nos ha permitido el suministro» de vacunas y «se han ido cumpliendo las metas que nos marcamos en cada momento», ha dicho, y recordado que primero han sido los mayores y luego los más expuestos.

Así, a día de hoy el 93% de los mayores de 80 años ha recibido al menos una dosis de la vacuna contra la covid y espera concluir con ambas para finales de abril o principios de mayo.

Para la consejera, «la realidad y la percepción ciudadana es coincidente en que se va avanzando en la buena dirección», y ha destacado que ya se ha empezado a vacunar también a personas de 70 a 79 años y de 60 a 65, empezando por los mayores de cada uno de los tramos.

A ellos se sumarán la semana que viene personas con alto riesgo por su situación sanitaria, unas 5.000 por determinados trasplantes, hemodiálisis y diálisis peritoneal, algunas enfermedades concológicas, inmunodeficiencias primarias, ciertas infección con el VIH y síndrome de Down con 40 o más años de edad.

«La vacuna es la solución»

Ha lanzado además un mensaje de confianza al asegurar que «la vacuna no es un problema, es la solución», y más cuando con la cepa británica se da por seguro que el contagio en el ámbito familiar es del 100%.

Tras indicar que hasta ahora el rechazo a las vacunas se sitúa en Nafarroa en el 3,9%, la consejera ha insistido en la necesidad de la prevención y la vacunación en un proceso «dinámico» que requiere de «ajustes» conforme se dispone de información.

En este sentido, María Nuin, directora gerente del Instituto de Salud Pública, ha recordado que el riesgo de AstraZenca para mayores de 60 años es «muy reducido» y alto el beneficio en comparación al riesgo.

De hecho, ha subrayado que si en Nafarroa se hubiera vacunado a toda la población mayor de 18 años con ella, hubiera habido alguna incidencia detectada en solo dos casos de trombocitopenia y una o ninguna muerte.

Ha destacado también que el herrialde avanza en vacunación a un ritmo similar a otros territorios, con 141.450 dosis administrados, lo que supone que el 17,3% de la población ha recibido una dosis y el 8,2% las dos.

Penalizar el rechazo a AstraZeneca

Y de los trabajadores esenciales que estaban citados para ser vacunados con AstraZeneca y han quedado fuera por edad, ha apuntado que hay margen de tiempo para tomar una decisión, mientras que en el caso de las personas que rechacen esta vacuna pero quieran otra, ha precisado que quedarán para el final.

Al respecto, ha explicado que desde el principio se ha hecho «una labor de priorización y es una suerte poder ser vacunado en este momento», por lo que «cada uno decide desde su libertad y su voluntariedad, pero también hay una responsabilidad colectiva» cuando todas las vacunas están aprobadas por las autoridades correspondientes y hay un estrecho control sobre los efectos adversos.

Ana Ariztegui, jefa de Cuidados Asistenciales de Atención Primaria ha explicado por último que son los equipos de AP los que están asumiendo el mayor peso de la vacunación, que ha pasado de 4.700 citas semanales a 20.000.