El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha vuelto a sufrir otro revés en su búsqueda de un enviado para el Sahara Occidental, un puesto que Naciones Unidas lleva sin nombrar durante casi dos años, con la negativa de la RASD y el Frente Polisasrio a aceptar un candidato portugués afín a Marruecos.
«Este no es el primer candidato en ser rechazado» por alguna de las partes, «es el enésimo», lamenta un diplomático bajo condición de anonimato.
Durante los dos años en los que el cargo ha estado sin ocupar, otros candidatos también han sido descartados, en ocasiones después de pedir un período de reflexión ante la gestión particularmente difícil de un conflicto bajo enormes presiones.
El último candidato ha sido un exministro de Relaciones Exteriores portugués, Luis Amado, compatriota pues de Guterres.
Pero tanto Argelia como el Frente Polisario lo han rechazado recordando sus declaraciones mientras era ministro y destacando su inclinación a favor de Marruecos
Apoyo a Marruecos
El hecho de que su candidatura fuera avalada por Rabat «fue motivo suficiente para que los saharauis se opusieran», según otro diplomático.
«Alentamos todas las iniciativas destinadas a superar un estancamiento en un problema que ha estado allí durante mucho tiempo. […] La iniciativa marroquí, que nos parece positiva, encaja en esta perspectiva», declaró Amado el 17 de abril de 2017 durante una visita oficial a Rabat.
En 2020, circularon rumores sobre el nombramiento del ex primer ministro rumano Petre Roman como enviado especial de la ONU para el Sahara. También Argelia y el Polsario se opusieron.
EEUU presiona
De hecho, según una fuente diplomática de la ONU, estos movimientos tienen su origen en la presión de Estados Unidos para que el asunto del emisario para Sahara Occidental se zanje de una vez.
El expresidente de EEUU Donald Trump reconoció al final de su mandato la soberanía de Marruecos sobre el Sahara Occidental.
El nuevo presidente estadounidense, Joe Biden, no ha desvelado aún su política hacia el conflicto saharaui ni el destino que pretende reservar para la proclamación de Trump. La decisión del expresidente no fue respaldada por la ONU, que continúa adhiriéndose a las resoluciones adoptadas durante 30 años, aunque en la práctica ha abandonado la misión de organizar un referéndum de autodeterminación, como se comprometió en 1991.
La próxima reunión del Consejo de Seguridad sobre este tema del Sahara, a puerta cerrada, está prevista para el 21 de abril.
El Frente Polisario exige que se cumpla la celebración del referéndum programado por la ONU y que da nombre a la misión de Naciones Unidas. Marruecos, que ocupa alrededor del 80% del territorio, propone un plan de autonomía bajo su soberanía y cuenta con los fuertes apoyos de Estados Unidos, Estado francés y el Estado español, la antigua potencia colonizadora.
Desde noviembre, la situación se ha vuelto tensa tras el anuncio de la ruptura del alto el fuego de 1991 por parte de los saharauis en respuesta a una operación militar marroquí en el extremo sur del Sahara Occidental.
A principios de abril, Addah Al-Bendir, jefe de la gendarmería del Frente Polisario, murió en un ataque con drones sin precedentes por parte de Marruecos.