Agustin Goikoetxea
Aktualitateko erredaktorea / Redactor de actualidad
Interview
Ramón Zallo
Experto en economía, cultura y comunicación

«Busturialdea es una zona ideal para actividades económicas de I+D»

'El declive económico de Busturialdea-Urdaibai: Dilemas y propuestas' es un libro que forma parte del proyecto de estudio de Gernika Gogoratuz 'Territorios en conflict'. En él, este licenciado en Derecho y Economía, además de doctor en Ciencias de la Información, propone alternativas sostenibles.

Ramón Zallo, autor de «El declive económico de Busturialdea-Urdaibai: Dilemas y propuestas». (Monika DEL VALLE/FOKU)
Ramón Zallo, autor de «El declive económico de Busturialdea-Urdaibai: Dilemas y propuestas». (Monika DEL VALLE/FOKU)

Ramón Zallo efectúa un análisis pormenorizado de Busturialdea, sugiriendo un plan estratégico consensuado entre distintos agentes para superar el declive.

En su informe constata el declive económico. ¿Qué debilidades tiene Busturialdea?

Se constata que el PIB per cápita está casi un 20% por debajo del de la CAE. Sigue siendo una comarca industrial, pero el peso de la industria descendió más que en Bizkaia. Hay una continua pérdida de puestos de trabajo en el sector primario. La construcción, que fue un punto fuerte, ha sufrido un importante bajón. No hay atracción de industria y de servicios de alto valor añadido ni se les espera. Tampoco hay un patrón sobre las ramas a potenciar del sector servicios.

La desigualdad interna entre las rentas más bajas y más altas en la CAE sitúa a Busturialdea en un mal lugar en el ranking intercomarcal (puesto 18 sobre 20). Sigue pendiente, tras lustros de compromisos, la mejora de las comunicaciones por carretera para llegar a ser una comarca conectada. Hay escasez de iniciativas emprendedoras y de proyectos colectivos para convertirla en comarca innovadora. El cierre de locales de pequeño comercio es constante y tras la pandemia será aún peor cebándose incluso más allá de quienes tenían dudas de continuidad. Lo peor es la falta de expectativas y de proyecto. La pandemia tampoco facilita que la sociedad civil se movilice.

¿Es grave la situación viendo otras realidades cercanas?

Ciertamente, no es la única comarca en declive. Es la número 18 de las 20 zonas económicas de la CAE en términos de PIB per cápita que, con todas sus limitaciones, es indicativo. Enkarterriak todavía está peor. Plentzia-Mungia aun estando un puesto por abajo en el ranking, la acelerada industrialización de Mungialdea implica un dinamismo que tendrá sus frutos en el inmediato futuro. Lea Artibai-Markina y Berriatua, en el puesto 17, demuestra que es posible una industria de tecnología media alejada de las grandes vías de comunicaciones. Ezkerraldea, dentro del Gran Bilbao, ha pasado del hundimiento brutal a absorber proyectos e iniciativas de interés. Lo mismo ocurre con Bajo Bidasoa. Lo malo de Busturialdea no es solo el lugar sino la falta de un proyecto colectivo y consensuado que vaya más allá de lo que ya se hace: conservas, madera, industria auxiliar del automóvil…

Pero la comarca está bien situada en los dos procesos principales del cambio de modelo productivo mundial. ¿Cuáles son esas fortalezas?

Es un vivero territorial de conocimiento y recursos humanos por su relativamente alto nivel de estudios y memoria industrial, lo que indica que el factor humano es el principal recurso, junto a una Reserva de la Biosfera a cuidar y gestionar. Hay un saber industrial, pesquero, constructivo, forestal y agrícola. Asimismo, hay una muy alta tasa de actividad femenina –también le afecta más el paro– y tiene el mayor coeficiente de ocupación femenina de la CAV. Se constata una alta calidad de vida con un entorno protegido de gran valor ecológico. Hay una ciudadanía activa, con capital social e importantes movimientos tanto asociativo como artístico-cultural.

Cuenta con un sector primario descendente pero significativo correspondiendo a las actividades de agricultura, ganadería, explotación forestal y, sobre todo, pesca, un 15% del valor añadido generado aunque con poca ocupación (3%). El porcentaje de población ocupada en la industria (20,6%) es superior en cuatro puntos a Bizkaia y algo superior a la media de la CAE (19,2%) pero buena parte de esa población ocupada trabaja fuera. Hay algunas empresas significativas que traccionan en la comarca: conserveras, Maier, Egoin…

Urdaibai sigue contando con patrimonio natural, histórico, artístico y cultural apto a una alta calidad de vida de sus habitantes y a la atracción residencial de personas cualificadas en activo, empresas de alto valor añadido inmaterial, cuidado de mayores, así como para un turismo no masivo.

¿La Reserva de la Biosfera puede coadyuvar en el impulso socioeconómico?

Depende de la mirada tanto pública como privada. Si se tiene una noción tradicional del término industria, como actividad puramente material fagocitadora de recursos y contaminante, las restricciones inherentes a una Reserva de la Biosfera suponen un hándicap para su desarrollo. En cambio, en la era del conocimiento, la digitalización, del desarrollo sostenible y de la descarbonización que minimizan el peso de la lejanía de las comunicaciones y pone el acento en el valor añadido por tecnología y cualificación de los recursos humanos, es una zona ideal para actividades económicas de I+D, innovadoras, de digitalización, de salud, de turismo de naturaleza, de interacción respetuosa con el medio ambiente. Un laboratorio experimental de futuro.

Sería atractiva para actividades que requieren trabajo muy cualificado que también tiende a desplazarse por la calidad del entorno acercándose a polos de innovación que combinan marca tecnológica y calidad de vida. Eso significa una apuesta institucional previa, que no se ha producido, por un ‘‘Urdaibai Valley’’ y da la impresión que con su casi ausencia en las propuestas para Next Generation, y que marcarán la década, las instituciones aún no lo han descubierto.

¿Tiene el Patronato de Urdaibai liderazgo para ello? Más bien parece que se creó para otros fines...

En efecto, ha tenido más un papel de vigilante de actividades y de información. Con otro concepto y funciones, podría tener un papel promotor, junto con una institución que aún no existe, como podría ser una agencia comarcal integral para el desarrollo, con capacidad codecisoria con Diputación y Gobierno, que podría ser el centro motor siempre que haya un plan de choque a corto y un plan estratégico a largo que la oriente.

¿Hasta qué punto son responsables de la actual situación la Diputación y Lakua?

No son los únicos responsables puesto que el propio capital privado, más el grande que el pequeño, fue abandonando la comarca, salvo en construcción, industria pesquera y servicios. Pero sí son responsables de no haber compensado a la comarca con iniciativas económicas tras la calificación de Reserva de la Biosfera en 1984 y que afecta al centro neurálgico de Busturialdea, con las restricciones que ello implica, algunas de ellas incumplidas en espíritu al permitir que primero pinares y, luego, eucaliptales se hayan enseñoreado de Urdaibai.

Con un sector primario que pierde peso, ¿puede tener una oportunidad la agricultura y pesca?

Así lo creo. Desde luego, el capital bermeano ha sabido combinar pesca de bajura y de atuneros congeladores en mares lejanos con industria conservera renovada en los polígonos de Landabaso en Bermeo y de Lamiaran en Mundaka. Tiene pendientes la redefinición del puerto y su descontaminación, así como el problema del suelo industrial y residencial, sin hablar de los problemas de desigualdad. En cambio, la agricultura sigue perdiendo terreno frente al bicultivo forestal, a pesar de la agricultura ecológica, los invernaderos, la roturación para txakoli, el kiwi, el maíz forrajero, el agroturismo, nuevas granjas… Se requiere no solo promoción y marca sino múltiples medidas que Bizisare y Urremendi han propuesto repetidas veces

¿Tiene sentido un desarrollo sostenible con nuevas construcciones residenciales y la potenciación del turismo?

En ciertas condiciones sí, siempre que la construcción controlada se concentre en marcos urbanos –hay 20 pueblos con personalidad propia-, respeten la naturaleza de los núcleos rurales y se apueste por un turismo no masivo de naturaleza y cultural, que aún está por desarrollar y a valorizar con equipamientos y rutas más allá de los puntos calientes, algunos de ellos sobrecargados (Gaztelugatxe, Laida, Casa de Juntas y Oma/Santimamiñe), y para el conjunto del año.

¿Nuevos viales de alta capacidad o apostamos por la renovación de la infraestructura ferroviaria?

Más que viales de alta capacidad y gran impacto bastaría con la mejora de los accesos con terceros carriles continuados o intermitentes a Bermeo por Sollube y a Gernika por el túnel de Urdinbide en Autzagane. El ferrocarril, aparte de paisajes bellísimos desde Zugastieta, es un caso de éxito en los usos cada media hora tras el acondicionamiento de algunas estaciones con doble vía. Está pendiente la doble vía en tramos donde no impacte paisajísticamente –entre Gernika y Bermeo no parece conveniente– y la eliminación de algunos pasos a nivel.

¿Tiene cabida un proyecto como el del Museo Guggenheim en Urdaibai? ¿De qué manera?

Mucha gente estuvimos en contra de la ubicación en Sukarrieta por ser incompatible con la Reserva a poco que se masificara y porque suponía demoler el singular –por arquitectura y valor sentimental– edificio de la “Colonia”. La eventual ubicación del Guggenheim en Gernika, en un espacio urbano, sí es interesante aunque no supliría la necesidad de un plan integral. Como no es seguro que vaya a contar con financiación europea, dados los rasgos de las inversiones de Next Generation, haría falta saber si seguirá adelante si aquella no prospera.

Bermeo y Gernika son los dos principales polos de actividad. ¿Quién está mejor situada?

A corto plazo, le veo mejor a Bermeo que a Gernika, que sufrió con más intensidad tanto la desindustrialización de los 80 como la crisis de 2008-2013. Bermeo reinvirtió capital armador en la modernización de la industria pesquera y es una potencia marítima en atuneros congeladores. A medio plazo, además de pensar en valores añadidos alimentarios, deberá diversificarse para no ser tan vulnerable en monocultivo pesquero. Gernikaldea dispone de más suelo, más recursos humanos cualificados y un potente sector servicios y casi todo por decidir en claves de diversificación.

El descenso continuado a la actividad industrial es una realidad. ¿A qué empresas se podría atraer?

Sería interesante un plan estratégico de reactivación socioeconómica de Busturialdea para una reindustrialización con cambio de actividades (orientación hacia proyectos y ramas de trato preferente y alto valor añadido; revisión del suelo industrial; atracción de proyectos tractores); una agencia de desarrollo; instauración de facilidades de financiación (a través de un fondo de ayuda comarcal o de avales y bonificación de puntos); apoyo a implantación de empresas de I+D+i; acceso al fondo general de empresas en crisis; remate de infraestructuras; diversificación de la formación; atención al sector primario y al sector servicios. También políticas de igualdad social y de género, porque los indicadores no son buenos.

¿Con suelo industrial en desuso se podría pensar en promover un parque tecnológico? ¿Hay mimbres para ello?

En Bermeo no hay suelo salvo nuevo plan. En Gernika pasa por la descontaminación, reequipamiento y rehabilitación de Ibarra (La Vega). Maier sí tiene terreno para expandirse. Luego está el reservado suelo industrial en Muxika (Miango-Agerre-Untxeka) que, a buen seguro, si se tratara de actividades de una economía del conocimiento y de tipo sostenible, cabría pensar en un parque tecno-industrial con un impacto positivo en la localidad y en la comarca.

Menciona en sus notas a la hora de trazar una estrategia la promoción de estudios universitarios de postgrado. ¿A qué se refiere?

Hay temas como medio ambiente, energía, biodiversidad, ciencia política, estudios por la paz, historia, ciencias de mar… para los que Busturialdea podría ser sede de cursos de posgrado en colaboración con las universidades vascas, especialmente la pública, a poco que algún instituto o departamento universitario lo apadrine y se busquen sedes multiuso ad hoc sea en Gernika, Bermeo, Busturia, Mundaka o Gautegiz Arteaga. También se echan a faltar centros de formación profesional de grado superior adaptados a las nuevas demandas sean especializadas, sean o transversales y polivalentes en saberes muy demandados en cualquier sector

Ante los retos que se plantean, ¿ve necesario que las administraciones articulen un plan de choque? ¿No parece que lo hayan tenido en cuenta a la vista de los proyectos que aspiran a los fondos Next Generation?

Son dos cosas relacionadas. Por un lado, hay necesidad de un plan de choque de capitales públicos comprometidos y de capitales privados a comprometer. Por otro lado, vamos mal si en las propuestas de inversiones que quieren acogerse a los fondos europeos no se menciona la comarca para nada y por el momento, salvo el Guggenheim y el puerto de Bermeo.

Busturialdea es, o habría sido, adecuada para algunas de las grandes inversiones previstas en investigación por Osakidetza o sobre personas mayores, o en la economía de los cuidados, o de Osasunberri, o en la Estrategia Business Intelligence de salud, o en la puesta en valor de suelo industrial para su regeneración y ubicación de proyectos estratégicos, o en la transición verde en la FP vasca, en el nuevo Data Center, o en I+D farmacéutico, o en inversión en nuevas energías, o en el Basque Food Ecosystem y en el Food Hub de Bizkaia, o en el Euskadi Basque Country Tourism Intelligence…. Tampoco Iberdrola/Ingeteam, Sener, Petronor, Gestamp... han mirado hacia Urdaibai. A pesar de las graves carencias de la Reserva (plantas exóticas invasoras, carencia de montes públicos, desaparición de campiña atlántica, presión urbanística a goteo…) no se la menciona en el ámbito de «hábitat natural» lo que es especialmente llamativo. O sea, si no se apuesta será porque no se quiere, no porque no se pueda ni deba.

De todas maneras se requiere una agencia de desarrollo y una incubadora potente y efectiva de empresas a escala comarcal. Las ayudas al emprendizaje, el autoempleo y los viveros de empresa son herramientas insuficientes de revitalización. Se requiere un plan participado por la mayoría de los agentes sociales y económicos, con compromisos de desarrollo y el aval conjunto de Diputación y Gobierno Vasco.