PNV y PSE, los dos partidos que sustentan al Gobierno de Iñigo Urkullu, han sumado sus votos en la Comisión de Salud para impedir que comparezcan el ex director gerente de Basurto, Eduardo Maiz, y el ex director gerente del Hospital de Santa Marina, José Luis Sabas. El primero fue cesado y el segundo dimitido por vacunarse contra el covid-19 cuando no les correspondía.

Las peticiones de comparecencia habían sido formuladas por EH Bildu, PP y Vox. Sin embargo, en lugar de votarse una por una las propuestas de los grupos, se ha sometido a votación que «no se admitan las propuestas». Así lo ha indicado el presidente de la comisión, el jeltzale Kerman Orbegozo, que tampoco ha permitido un debate previo.

Los portavoces de los grupos han podido tomar la palabra para explicar su posición tras la votación, en la que PNV y PSE han impuesto su mayoría absoluta.

La parlamentaria de EH Bildu Rebeka Ubera ha denunciado que estos partidos «han cerrado el caso de las vacunas irregulares por la puerta de atrás. No se investigará, no se ha querido investigar». «Es triste muy triste», ha manifestado, y ha advertido de que PNV y PSE «han ganado hoy una votación, pero sois los perdedores, perdedores y cobardes».

«Pero los más triste es que todos perdemos, porque se desprestigia la política y se deslegitiman las instituciones», ha añadido antes de preguntar «si no hay nada que ocultar, si la consejera de Salud y la directora de Osakidetza han dicho la verdad cuando han venido aquí, qué problema hay en escuchar a todas las partes implicadas».

Ha recordado que el Gobierno de Gasteiz debería de ser el más interesado en aclarar lo ocurrido, y ha señalado que, hasta que eso no ocurra, actuaciones como la vivida este miércoles en el Parlamento «muestran que la consejera mintió en esta Cámara y que no se ha investigado». «Y la votación de hoy no es ir contra EH Bildu, es cortar el camino de las explicaciones a la ciudadanía», ha apuntado Ubera, que ha insistido en que «de deben responder las preguntas ante la ciudadanía».

Una opinión compartida por Jon Hernández, de Ekarrekin Podemos-IU, que ha defendido la necesidad de «escuchar otras voces respecto a un asunto escandaloso», ya que existen «opiniones contradictorias sobre unos hechos de interés público». «Y lo cierto es que solo hemos podido escuchar una versión, que es la del Departamento», ha destacado.

Desde el PP, Laura Garrido también ha remarcado que las comparecencias son «imprescindibles» para conocer la gestión del proceso de vacunación. «Creo que con este episodio se ha puesto en juego injustamente la credibilidad de Osakidetza, el buen nombre de Osakidetza», ha señalado, y ha indicado que «en contadas ocasiones» se ha denegado alguna comparecencia. «No hay justificación», ha subrayado en alusión a los parlamentarios de PNV y PSE.

«Explicado todo lo explicable»

Estos han defendido su voto en contra de las comparecencias, o, dicho de otra forma, a favor de la comparecencia. No en vano, según el jeltzale Luis Javier Telleria, «todo lo que había que hacer en este asunto se ha hecho». «La consejera ha explicado todo lo explicable», ha aseverado.

En la misma línea se ha pronunciado Ekain Rico, del PSE, que ha recordado que «estamos hablando de unos hechos cuyos responsables recibieron la mayor penalización posible, que fue separarles de sus cargos». «Se han adoptado decisiones y lo que importa a la ciudadanía es que estos hechos no se puedan volver a repetir», ha indicado.