Que la Real no está para echar cohetes está a la vista. Que este equipo ha mejorado mucho en los dos últimos años en eso que se llama ‘competir’, también. Sin fuegos artificiales, los donostiarras se han embolsado nueve de los doce últimos puntos, y ponen la presión en las espaldas de Villarreal y Betis en la carrera por la quinta plaza. Los donostiarras se acuestan con cuatro puntos de renta sobre el submarino amarillo y cinco sobre los andaluces, más el average.
La victoria ante el Elche se ha hecho de rogar. Los ilicitanos se han quedado muy pronto con diez jugadores –injustamente a ojos de quien esto firma– y ello no ha hecho sino profundizar en su plan de aguantar a la espera de poder dar un zarpazo letal.
Tal y como se preveía, la Real ha tomado la batuta desde el arranque. La primera cabalgada de Oyarzabal le ha llevado hasta la cocina, pero se ha topado con Gazzaniga.
El guion se acentuaba a los diez minutos, con la expulsión del visitante Raúl Guti por una entrada a Gorosabel. Si se congela la imagen justo en el momento del impacto, el golpe es durísimo y muy feo, al tobillo con los tacos por delante, pero a velocidad normal se observa que Guti pisa mal el balón, pierde el equilibrio y por eso pega al lateral donostiarra de manera involuntaria.
Cordero Vega tiene más peligro que un sicario de ‘Narcos’ –por ejemplo pitó un penalti en contra a Le Normand en Getafe, después de ser el realista el que recibió un pisotón– y tras ver la jugada en televisión ha desenfundado la roja.
Con uno más, la Real se ha puesto manos a la obra, sabedora de que abrir la lata era hacer el 90% del trabajo. El típico partido en el que se dice eso de «si metes el primero ya está». Pero había que meterlo.
Silva, que regresaba a la titularidad, avisaba con la zurda, e Isak con la diestra, los dos por encima del larguero. Le Normand la ha tenido en una jugada de pizarra, pero tampoco ha acertado entre los tres palos.
Gol anulado a Monreal
Al final ha sido Nacho Monreal el que ha mandado a la red un balón suelto, pero el tanto ha sido anulado por un fuera de juego de Silva por centímetros al principio de la jugada.
La Real ha perdido la paciencia en la recta final de la primera parte, y ha entrado en una fase de precipitación que le ha impedido madurar las jugadas hasta buscar buenas opciones. Ello ha llevado a Imanol a mover fichas en el descanso, quitando a Guevara y Guridi para dar entrada a Zubimendi y Barrenetxea, metiendo a Oyarzabal al centro.
La Real iba sumando llegadas y remates, pero no atinaba, el reloj corría y empezaban a aflorar los nervios. Tic, tac, tic, tac. Hasta que a la salida de un córner Aritz Elustondo ha volado imperial para cabecear a la escuadra franquiverde (1-0, 70’). Un remate canónico, dos buenas zancadas, una mejor batida para superar a los defensas y giro de cuello preciso. Suspiro de alivio.
Al Elche no le quedaba nada que defender, y ha intentado salir de la cueva. El partido se ponía de cara para rematar la faena, pero ya hemos comenzado la crónica diciendo que esta Real no está para muchas fiestas. Aunque ya en el descuento Oyarzabal ha culminado una excelente contra para cerrar el suspense.
Ahora toca esperar a lo que suceda el domingo en El Madrigal y el lunes en el Benito Villamarín, antes de afrontar una intensa semana con dos partidos en casa del Atlético de Madrid y en Anoeta ante el Valladolid. Quedan tres kilómetros para llegar a meta. Estadísticas del partido