En declaraciones en un acto celebrado en Gasteiz, el consejero de Educación Jokin Bildarratz se ha mostrado «de acuerdo» con las propuestas acordadas este pasado miércoles entre el Gobierno español y los autonómicos respecto a las medidas que se aplicarán en el próximo curso, precisando que cada comunidad decidirá en su ámbito qué medidas adoptará.
El consejero ha afirmado que después de haber conseguido mantener la educación presencial en el presente curso, este seguirá siendo el objetivo «prioritario» para el próximo año, en el que también se aplicará la jornada partida al considerarla más adecuada desde el punto de vista pedagógico y de «cohesión social». «Adoptaremos todas las medidas necesarias para garantizar la presencialidad ante un escenario bueno, muy bueno o no tan bueno», ha manifestado.
Ha explicado que el Gobierno de Lakua ya está trabajando, junto a los propios centros educativos, en el diseño de los protocolos frente al covid para el próximo curso, que si bien no plantearán «grandes diferencias» respecto a los actuales, según pasen los meses podría plantearse la posibilidad de una cierta «flexibilización».
60.000 ordenadores
Bildarratz ha remarcado que el Departamento de Educación tiene previsto comprar 60.000 ordenadores para que todos alumnos de centros públicos de entre 5º de Primaria y 2º de Bachillerato, así como el personal docente, disponga de un equipo informático.
Respecto a la posibilidad de que el alumnado de entre 12 y 16 años sea vacunado contra el covid antes del inicio del próximo curso, una medida que requiere del visto bueno de la autorización de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), ha indicado que sería «un salto muy importante» que «facilitaría la gestión de la pandemia».
En todo caso, ha apelado a la «prudencia» y ha recordado que, por el momento, es necesario mantener la obligatoriedad del uso de la mascarilla. Si los datos epidemiológicos siguen mejorando y los jóvenes también reciben la vacuna, se abrirá la posibilidad de que «podamos desprendernos, poco a poco, de mascarillas, distancias y grupos burbuja».