Como hace cinco años, que se plantaron en semifinales donde fueron eliminados por la posterior campeona, Gales va camino de firmar una nueva Eurocopa de dulce. De momento, los dragones ya están virtualmente clasificados para octavos, al sumar cuatro puntos tras empatar con Suiza y derrotar a Turquía.
Este último triunfo ha llegado gracias a la gran conexión que mantienen Aaron Ramsey, autor del 0-1, y Gareth Bale, quien se ha redimido de un penalti fallado por las dos asistencias de gol que ha dado. Roberts ha rematado a Turquía en el tiempo de descuento.
A los pupilos de Senol Günes les hará falta un milagro para pasar de ronda, pues necesitan ganar por goleada a Suiza en la última jornada de la fase de grupos, dado que ahora mismo acumulan un gol average particular desfavorable de -5.
Turquía está siendo una de las decepciones de la cita continental de selecciones, pues hasta el momento no ha ofrecido el nivel de juego y solidez que mostró en la fase de clasificación, durante la cual únicamente encajó tres tantos.
El duelo ha sido muy entretenido, con fases de escaso control mutuo, muy poco centrocampismo y alternancia vertiginosa en ambas áreas, todo un gozo para el espectador, no así para los respectivos banquillos. Así, durante el primer cuarto de hora se han sucedido diversas ocasiones por ambos bandos, pero sin materialización alguna.
Poco a poco, el envite se ha ido sosegando, pero el vínculo entre los dos jugones galeses ha acabado por dar sus frutos a la tercera intentona. Bale ha visto perfectamente el desmarque de ruptura de Ramsey y le ha puesto con el guante de su pierna un balón medido para superar en la salida a Çakir al filo del descanso.
Tras el receso, Turquía ha tenido que optar por el plan B a la vista de lo complicada que se le ha puesto la situación. Günes ha restituido la titularidad de Demiral y Yazici –ambos se habían caído del once– y, junto a Çalhanoglu, el otro director de orquesta por el lado otomano, han generado las mejores oportunidades para empatar.
Sin embargo, un penalti absurdo de Çelik a Bale le ha devuelto la iniciativa a Gales y la posibilidad de cerrar el encuentro al cuarto de hora de la reanudación. El futbolista merengue, por contra, ha desaprovechado el regalo, mandando su lanzamiento a las nubes, el único lunar que se le puede achacar.
Turquía ha respirado hondo y se ha visto todavía con media hora por delante para enmendar sus errores, pero ninguna de las variantes que ha puesto en liza le ha dado resultado. Únicamente un cabezazo del citado Demiral en el minuto 88 ha podido subir el 1-1 al electrónico, pero Ward ha estado felino para despejar a dos manos.
El encuentro se ha ido enrareciendo por la tensión y los nervios, generando una trifulca masiva que se ha saldado con tres amarillas, preámbulo de la puntilla galesa. A la salida de un corner, de nuevo Bale se ha fabricado una jugada para asistir a Roberts y poner el 0-2 definitivo, entre el delirio de la hinchada de los dragones
FICHA DEL PARTIDO:
Turquía: Çakir, Çelik, Ayhan, Söyüncü, Meras (Müldür, m.73), Yokuslu (Demiral, m.46), Çalhanoglu, Tufan (Yazici, m.46), Karaman (Dervisoglu, m.75), Ünder (Kahveci, m.83) y Yilmaz.
Gales: Ward, Roberts, Mepham, Rodon, Davies, Morrell, Allen (Ampadu, m.73), Bale, James (Williams, m.95), Ramsey (Wilson, m.85) y Moore.
Árbitro: Artur Dias (portugués). Amonestó a Yilmaz, Davies y Mepham (m.90), y Çalhanoglu (m.93).
Goles: 0-1, m.43: Ramsey. 0-2, m.95: Roberts.
Incidencias: Partido correspondiente a la segunda jornada del grupo A, que se ha disputado en el Baku Olympic Stadium.