Arropado por un bloque más competitivo que el de la edición pasada, Tadej Pogacar ha confirmado sentirse en un buen momento físico y psicológico para afrontar «el privilegio de volver al Tour para defender el título» que conquistase en 2020 con tan solo 21 años en la histórica crono de La Planche des Belles Filles.
Avalado por sus triunfos en el Tour de los EAU, la Tirreno Ariático, la Lieja Bastoña y la Vuelta a Eslovenia, el ciclista balcánico ha indicado que «mi año hasta ahora ha ido muy bien y tengo muchas ganas de comenzar este Tour con buena preparación y buenas condiciones. Tengo confianza en mí mismo y en mi equipo, estamos ansiosos por el desafío», ha reiterado.
Pogacar estará escoltado por el polaco Rafal Majka, el italiano Davide Formolo, el estadounidense Brandon McNulty, el suico Marc Hirschi –una de la revelaciones de la anterior edición–, el danés Mikkel Bjerg, el noruego Vegard Stake Laengen y el portugués Rui Costa.
Un grupo compuesto por una mezcla de escaladores y expertos en el llano que espera poder dar a los aficionados «tres semanas de carreras emocionantes en este año muy díficil para mucha gente», ha explicado el campeón esloveno.
El vizcaino Joxean Fernández "Matxin" será el director del cuadro emiratí, secundado en las labores técnicas por Andrej Hauptman y Simone Pedrazzini. «Nuestro objetivo es intentar defender el título que Tadej Pogacar ganó el año pasado, así que hemos construico un equipo a su alrededor», ha refrendado.
«Tenemos una buena combinación de juventud y experiencia para apoyarle, con un fuerte bloque de escaladores y también corredores sólidos para las carreteras llanas", ha ampliado Matxin, quien espera que «los otros equipos nos marquen mucho, pero tenemos confianza y sabemos que un gran resultado está dentro de las capacidades de Tadej y el equipo».
Froome, a subir bidones
Mientras unos están en plena progresión ascendente en su carrera deportiva, otros ya se encuentran inmersos en la cuesta abajo. Quien bien sabe lo que es encadenar hasta tres Tours consecutivos, Chris Froome (Israel), ahora no le queda otro remedio que admitir que en las próximas semanas se le va a ver «cargando bidones».
«Iré al Tour para ayudar al equipo lo mejor que pueda. Será una experiencia fantástica para mi, me emociona volver al Tour de Francia y espero que pueda acercarme a mi mejor nivel», ha señalado el cuatro veces triunfador en la ronda gala.
Su papel, ayudar al canadiense Michael Woods y al irlandés Dan Martin, que parten como jefes de filas al no haber podido recuperar el británico el nivel deseado tras la grave caída que sufrió en la Dauphiné de 2019. A sus 36 años, y tras comprometerse dos años con la escuadra judía, considera que su equipo «es bueno y equilibrado».
En este sentido, ha resaltado que su compañero Woods «está en una forma fantástica y será nuestro líder para la general. Tenemos un buen grupo para el esprint con Greipel y también está Dan Martin, que puede ganar etapas».
«En lo que a mí respecta, intentaré mejorar mi condición física. Lo ideal sería ganar una etapa, pero eso es secundario porque el objetivo número uno será proteger a Woods. Así que pueden esperar verme cargando bidones durante las próximas semanas», ha admitido.
Trek y Cofidis buscarán triunfos parciales
Otro corredor que también saboreó las mieles del triunfo en 2014 y que ahora está viviendo el ocaso de su carrera es Vincenzo Nibali (Trek SegafredoI), quien compartirá las labores de punta de lanza con otro veterano del asfalto, el neerlandés Bauke Mollema.
A sus 36 y 34 años, respectivamente, el objetivo que se marca el equipo no es otro que materializar alguna victoria parcial, un reto que el año pasado se les escapó por poco, ya que firmaron tres segundos puestos y otros tantos terceros.
Acompañarán a Nibali y Mollema, los franceses Julien Bernard y Kenny Elissonde, el danés Mads Pedersen, el letón Toms Skujins, y los flamencos Jasper Stuyven y Edward Theuns.
«El equipo irá al Tour con el objetivo principal de ganar una etapa. Inicialmente, Bauke Mollema intentará la clasificación general, pero si vemos que no parece posible alcanzar un resultado superior, cambiará de ambición y pasará a la caza por etapas junto con Vincenzo Nibali», ha confesado su director deportivo, Steven de Jongh.
Similar objetivo perseguirá Cofidis, cuya formación estará constituida por los franceses Guillaume Martin, Christophe Laporte, Pierre-Luc Périchon y Anthony Perez, además del alemán Simon Geschke, el flamenco Jelle Wallays, el murciano Rubén Fernández y el conquense Jesús Herrada.
Martin, úndecimo el año pasado, y el sprinter Laporte son quienes más opciones disponen de lograr alguna alegría para el cuadro francés.
Con más opciones de dar guerra a los favoritos se presenta el experimentado Rigoberto Urán (Education First) –34 años–, después del gran papel firmado en la reciente Vuelta a Suiza, donde el ciclista colombiano de Urrao finalizó en segunda posición.
«Esta es mi octava participación en el Tour de Francia. Estoy muy motivado y, como todos los años, quiero dar lo mejor de mí, tenemos un muy buen equipo y lo haremos lo mejor que podamos. En Suiza estuve mucho mejor de lo esperado», ha señalado el corredor americano, cuya mejor participación fue la segunda plaza de 2017.
La formación estadounidense tendrá entre sus filas a otro colombiano, Sergio Higuita, junto al norteamericano Neilson Powless, el portugués Ruben Guerreiro, el suizo Stefan Bissegger, los daneses Magnus Cort Nielsen y Michael Valgren, y, por último, el alemán Jonas Rutsch.