Hace ya diez años que Itxaso Uriarte recaló en una Real Sociedad que por entonces tenía como centrocampistas a Larraitz Lucas y Maite Lizaso. Era la temporada 2011-2012, la gasteiztarra llegaba con 20 años, y poco a poco fue ganando terreno hasta convertirse en una pieza indiscutible del equipo txuri-urdin. Esta temporada no ha gozado de tanta continuidad con las llegadas de Maitane López o Gema Gili –ha sido titular en 12 partidos– y está por ver si renueva con la entidad guipuzcoana. 

Una década en un mismo equipo es ya razón suficiente para reconocer el trabajo y por ello, la Real Sociedad, de las manos del vicepresidente Joseba Ibarburu, le ha hecho entrega de la insignia de oro y brillantes del club «en reconocimiento a su gran trayectoria en el club».

«Una de nuestras jugadoras con más años en la historia del equipo femenino –la sección femenina se creó hace 17 años– ha recibido un homenaje más que merecido», ha remarcado la Real Sociedad que ha añadido que «es un ejemplo para todas». «Años de dedicación y profesionalidad culminados con la Copa de 2019 que quedará para la historia», ha incidido. 

Uriarte se convierte así en la tercera jugadora que recibe la insignia de oro y brillantes de la Real, junto a Aintzane Encinas y Maialen Zelaia, que fueron las primeras futbolistas en recibir tal reconocimiento junto a la jugadora de hockey hierba Maite Azkoaga. 

En declaraciones a las cámaras de Real Sociedad después de la última comida de final de temporada –este fin de semana disputan el último partido liguero en Valencia–, la centrocampista gasteiztarra se ha mostrado «orgullosa» por recibir este reconocimiento que para ella representa «el haber estado dándolo todo por este club y haber aportado todo lo que tenía de mí». 

«Creo que nadie espera estar tanto tiempo en el mismo sitio», ha reconocido Uriarte que considera que empezó su carrera futbolística de manera más profesional en la Real a la que llegó procedente del Aurrera de Vitoria que entonces jugaba en la Liga Nacional –en la segunda categoría estatal más importante–. «He aprendido mucho tanto personalmente como profesionalmente. Soy una jugadora más hecha», se ha sincerado. 

Ha afirmado que cada año ha vivido «al máximo» y que, por tanto, «no podría quedarme con un solo recuerdo». A finales de junio termina contrato con la Real Sociedad y está por ver si sigue generando más recuerdos como jugadora txuri-urdin o si emprende nuevos caminos.