El Congreso español ha acogido este domingo el homenaje que cada 27 de junio se rinde a las víctimas, un acto del que han vuelto a descolgarse tanto Vox como prácticamente el grueso del PP –ha limitado su presencia a sus representantes en la Mesa de la Cámara–, así como varias asociaciones, entre ellas la AVT.

Por contra, sí han estado presentes el secretario general del grupo parlamentario del PSOE, Rafael Simancas; los portavoces de Unidas Podemos, Pablo Echenique; Ciudadanos, Edmundo Bal y el PNV, Aitor Esteban. ERC ha enviado a su diputado Gerard Alvarez y, por primera vez, EH Bildu ha estado representada en este acto, al que acude desde 2019, por su portavoz, Mertxe Aizpurua.

«Volvemos reiterar así nuestro firme compromiso a favor del reconocimiento y de la reparación de todas y cada una de las víctimas, sin excepciones ni exclusiones», han señalado desde EH Bildu.

Por parte del Gobierno español, han acudido la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, y los ministros de Interior, Fernando Grande-Maslaska, y de Justicia, Juan Carlos Campo.

Además de la presidenta del Senado, Pilar Llop, también han estado representantes de altas instituciones del Estado como el presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas; las presidentas del Tribunal de Cuentas, María José de la Fuente, y del Consejo de Estado, María Teresa Fernández de la Vega, y el Defensor del Pueblo, Francisco Fernández Marugán.

Como el año pasado, Vox se ha ausentado y el PP solo ha enviado a sus representantes en la Mesa del Congreso, mientras que su portavoz, Cuca Gamarra, ha participado en una concentración de asociaciones de víctimas como AVT o Covite, que un año más no han asistido –la entidad presidida por Consuelo Ordóñez, que hoy ha vertido críticas al PP por actuar por «interés político» usando a las víctimas «como excusa», no ha acudido nunca–.

La derecha y la ultraderecha, de la mano de estos colectivos, han empleado el acto para cargar contra el Gobierno presidido por Pedro Sánchez, especialmente por su política carcelaria y los acercamientos de presos de los últimos meses. 

El homenaje del Congreso se viene celebrando desde que hace once años lo impulsara el entonces presidente, José Bono –hoy lo ha presidido Meritxell Batet–, que lo estableció coincidiendo con el «Día de las Víctimas del Terrorismo» acordado a iniciativa de las asociaciones. En esa fecha de 1960, Begoña Urroz, de 22 meses, murió calcinada en un coche como consecuencia de un artefacto explosivo que el DRIL colocó en la estación de autobuses de Donostia, un atentado del que hasta hace bien poco se había insistido en responsabilizar a ETA.