El Comité Asesor del LABI, reunido este miércoles en Lehendakaritza, ha decidido mantener las restricciones vigentes para hacer frente al aumento de contagios de covid, y ha prohibido de forma expresa los botellones y las reuniones sociales vinculadas a las «no fiestas», celebradas en ausencia de actos oficiales con motivo de las fiestas patronales.
Por tanto se mantiene el cierre de establecimientos y actividades sociales, culturales y comerciales a las 2.00 de la madrugada, en la hostelería podrán sentarse hasta seis personas por mesa, seguirán abiertos los txokos y sociedades gastronómicas, y se permite público en eventos deportivos, aunque con limitaciones de aforo según el tamaño de los recintos.
Cabe recordar que durante las últimos días algunas se había barruntado la posibilidad de reducir el horario de apertura de la hosteleria, siguiendo lo establecido en el plan Bizi Berri IV, que contempla el cese de las actividades y los establecimientos a la 1.00 como tope en función de varios indicadores, entre ellos que la incidencia supere los 150 casos.
Según los datos ofrecidos este martes por el Departamento de Salud, en la CAV la incidencia acumulada en catorce días por 100.000 habitantes se sitúa por encima de los 180 casos. No obstante, el lehendakari, Iñigo Urkullu, ha señalado que la incidencia acumulada debe ser «ponderada» con otros parámetros, como la ocupación de las UCI, donde hay 30 personas ingresadas.
«En la tasa a catorce días acabamos de entrar en el escenario 3, pero en la ocupación UCI nos encontramos en el escenario 1 del Plan de Contingencia de Osakidetza», ha apuntado, y ha aseverado que, en consecuencia, deben aplicarse las medidas previstas en el escenario 2 del plan Bizi Berri IV, que entrará en vigor este jueves. Así, se mantendrán las limitaciones vigentes y se incluirá la prohibición expresa de celebrar botellones, «no-fiestas», y otros eventos similares que representen aglomeración de personas.
«Esta prohibición se aplica para estos encuentros, tanto en interiores como en exteriores, que no respeten la distancia interpersonal de metro y medio, y el resto de medidas preventivas aplicables», ha añadido Urkullu, que ha indicado que, «adicionalmente, y caso de continuar la actual tendencia o de que se produjera un incremento en la presión hospitalaria, se considerará el adelanto del horario límite de cierre de las actividades comerciales, sociales y culturales y otras medidas complementarias».
Mascarilla «en todo momento»
El contenido de este decreto se revisará dentro de catorce días, marcado por la expansión de la variante Delta entre los más jóvenes. «Vivimos un momento muy delicado», ha aseverado el lehendakari, quien ha hecho hincapié en el uso de la mascarilla, «en tanto no se supere esta ola y se estabilice la situación».
En este sentido, ha recomendado el uso de la mascarilla «en todo momento». «Salvo la excepción de la practica de la actividad física al aire libre, creo que es absolutamente recomendable el uso de la mascarilla», ha destacado antes de hacer alusión a la «autoexigencia, la autoresponsabilidad».
«Si partimos de la máxima de que todo aquello que no está prohibido es posible, y no asumimos el ejercicio de responsabilidad individual y colectiva, nos encontramos con que alguien tiene que prohibir algo. Y no es ese el comportamiento que debiera ser», ha manifestado, y ha lanzado un mensaje a la ciudadanía: «Si no queremos ser conscientes de lo que está suponiendo la pandemia en fallecimientos y en consecuencias, si pensamos que no pasa nada, nos estaremos equivocando».