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Estiman que mil millones de animales marinos han muerto por la ola de calor en Canadá

Un reportaje en ‘The Guardian’ sostiene que las altas temperaturas en Canadá han podido causar la muerte de más de mil millones de animales marinos. Mejillones, caracolas, almejas y otros pequeños animales no han podido la «cúpula de calor» de estos días.

La ciudad de Vancouver, en Canadá, donde la temperatura del agua sobrepasó los 30 grados. (AFP)
La ciudad de Vancouver, en Canadá, donde la temperatura del agua sobrepasó los 30 grados. (AFP)

La cúpula de altas temperaturas que se ha instalado en Canadá en las últimas semanas ha causado ya la muerte de unas 500 personas en la provincia de Columbia Británica. Pero la afección va más allá, pues los efectos se han traslado también a un ecosistema particularmente sensible a unas temperaturas que están superando los 40 grados. 

No solo se trata de los incendios forestales que azotan la zona, la anormalidad térmica se ha trasladado al agua, llevando a cientos de especies a la muerte. El rotativo británico ‘The Guardian’ ha recogido el testimonio del biólogo marino de la Universidad de Columbia Británica Christopher Harley, que sostiene que más de mil millones de animales marinos han fallecido ya. 

Harley asegura que basta darse un paseo por la playa de Vancouver para ser partícipe de la devastación de la fauna marina. «La orilla no suele crujir cuando se camina por ella. Pero había tantas conchas de mejillón vacías por todas partes que no podías evitar pisar animales muertos mientras caminabas», ha señalado a este periódico. 

El olor de la playa es fétido por la cantidad de moluscos en descomposición, que fallecieron semicocidos por las temperaturas del agua. Harley sostiene que su paseo por esa playa fue «una experiencia visceral y abrumadora».

Las aguas de Canadá, en otras épocas gélidas, han alcanzado los 30 grados de temperatura, pero según mediciones con cámaras térmicas, algunos puntos han tenido picos de 50 grados. 

«Un metro cuadrado de lecho de mejillones podría albergar varias docenas o incluso un centenar de especies», ha apuntado Harley. Además de los mejillones y las almejas, también han muerto estrellas de mar y percebes (pese a ser estos más resistentes a temperaturas anormalmente altas). 

La muerte de mejillones en tal cantidad puede afectar a la pureza del agua, debido a su labor de filtración. Sin embargo, Harley advierte particularmente de la muerte de estrellas y anémonas.

Así como los mejillones se reproducen rápidamente, una estrella de mar vive décadas y su capacidad de reproducción es mucho menor. Por tanto, la recuperación de esta terrible ola de calor (los científicos calculan que, de no haber sido por el cambio climático, un suceso así ocurriría una vez cada mil años) tardará décadas. 

El problema es que, debido al calentamiento global, episodios así es probable que vuelvan a suceder antes de que la recuperación sea completa. De ahí que Harley tema que el ecosistema no tenga tiempo para recomponerse antes de que sufra otro golpe similar y luego otro y otro más. «Muchas especies no aguantarán este ritmo». Y esto lo que significa es que el ecosistema necesariamente cambiará, adaptándose a la nueva climatología. 

«Los ecosistemas van a cambiar de forma realmente difícil de predecir. No sabemos dónde están los puntos de inflexión», ha advertido a ‘The Guardian’ el biólogo marino.