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Hallan otras 160 tumbas «no documentadas» en un antiguo internado de Canadá para indígenas

El hallazgo de 160 tumbas en el área donde operó un internado para niños indígenas entre 1890 y 1970 ha vuelto a sacudir Canadá. Esta vez ha sido la tribu Panelakut la que ha encontrado los restos, y con los hallazgos de las últimas semanas ya se han documentado más de 1.100 tumbas en estos centros.

Acto de recuerdo a los niños indígenas en Toronto, Ontario. (Cole BURSTON/AFP)
Acto de recuerdo a los niños indígenas en Toronto, Ontario. (Cole BURSTON/AFP)

La tribu indígena Penelakut de las islas del Golfo de Canadá ha informado del hallazgo de más de 160 tumbas «no documentadas y sin identificar» en el área, donde entre 1890 y 1970 operó un internado de asimilación forzosa para niños indígenas.

La líder Penelakut Joan Brown ha alentado a las personas que pasaron por estos centros a contar su historia en la publicación de la tribu. «Es imposible superar actos de genocidio y violaciones de los Derechos Humanos», ha lamentado, antes de señalar que la «curación» es un «proceso continuo» y «a veces va bien y a veces perdemos más personas porque la carga es demasiado grande».

La tribu, que no ha proporcionado más detalles, ha informado a las comunidades indígenas vecinas del descubrimiento y les ha invitado a participar en sus esfuerzos para «crear conciencia» sobre la escuela en cuestión, llamada Escuela Residencial Isla Kuper, según un texto publicado online y recogido por la cadena CBC.

La escuela estuvo en funcionamiento entre 1890 y 1970 en la isla de Penelakut, anteriormente conocida como isla Kuper. Ya se han hallado más de 1.100 tumbas de estas características, lo que ha levantado una polémica que llevó al primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, a exigir a la Iglesia Católica que «asuma su responsabilidad». Concretamente, hasta el momento se han localizado 751 tumbas en la provincia de Saskatchewan, 215 en la Columbia Británica y 182 tumbas anónimas en esta misma provincia.

Los grupos indígenas canadienses han pedido que se investiguen todas las antiguas escuelas residenciales del país. Durante décadas, miles de niños fueron apartados de sus familias e internados en colegios residenciales, donde debían aprender las tradiciones de los colonialistas europeos para olvidar su propia cultura, enfrentándose además a la violencia y a abusos sexuales.

Una comisión de investigación concluyó en 2015 que muchos de los menores no regresaron jamás a sus comunidades y reconoció así un «genocidio cultural», mientras que el Proyecto Niños Perdidos ha identificado hasta el momento a más de 4.100 menores fallecidos durante su estancia en los internados, de los que muchos fueron sepultados en los propios recintos escolares.

El hallazgo se produce en el marco del descubrimiento de otras tumbas de niños sin identificar cercanas a estos internados en Canadá, que funcionaron entre los siglos XIX y XX para asimilar de forma forzosa a los jóvenes indios. Estaban financiadas por el Estado y gestionadas por organizaciones religiosas.