Apenas dos días después de que la Comisión Europea presentara su proyecto de fiscalidad energética, el Gobierno chino ha lanzado este viernes su esperado mercado nacional de carbono.

El mercado abrió a las 9.30 hora local (3.30 de la madrugada en Euskal Herria) en la Bolsa Ambiental y de Energía de Shanghai y la primera transacción cotizó en 52,7 yuanes (6,90 euros) la tonelada de carbono.

Consciente de los riesgos ambientales y sociales que plantea el calentamiento global, China, que es el mayor inversor en nuevas energías, pretende ser uno de los líderes planetarios en la agenda climática.

Pekín, que se comprometió a alcanzar el pico de sus emisiones en 2030 y la neutralidad de carbono en 2060, también quiere ser un actor importante en la cumbre climática organizada por la ONU para noviembre en la ciudad escocesa de Glasgow (COP26).

Dudas sobre su escala y eficiencia

El nuevo mercado permite a las autoridades provinciales fijar cuotas de emisiones para las centrales eléctricas térmicas y abarca a 2.225 grandes productores de electricidad, que emiten 4.000 millones de toneladas anuales de gases causantes del calentamiento global, según ha señalado la agencia Xinhua.

Si las empresas superan las cuotas establecidas, deben comprar «derechos a contaminar» a otras compañías con una menor emisión de carbono.

Quedan dudas en cuanto a la escala –reducida en comparación con el proyecto inicial– y la eficiencia del sistema –con un precio bajo atribuido a la contaminación–.

China anunció hace 10 años los planes de crear un mercado nacional de carbono, pero los avances se vieron frenados por el peso de la industria del carbón y las políticas de rápido desarrollo a expensas del medio ambiente.

Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), las 2.225 empresas concernidas por las cuotas generan alrededor de una séptima parte de las emisiones globales de carbono a partir de combustibles fósiles. Estas empresas son responsables del 30% de los 13.920 millones de toneladas de gases de efecto invernadero emitidos por las fábricas chinas en 2019.

Muy por debajo del precio en la UE

Citigroup calcula que este año serán adquiridos 800 millones de dólares en créditos, subiendo a 25.000 millones de dólares al final de la década.

De esta forma, en valor comercial, el mercado de carbono chino representará apenas un tercio del de la Unión Europea, actualmente el más importante del mundo. Según Xinhua, el mercado chino ya es «el más grande del mundo» en términos de la cantidad de emisiones cubiertas.

Originalmente, el mercado iba a tener un alcance mucho más amplio, abarcando siete sectores, incluidos la aviación y la petroquímica. Pero el Gobierno chino «revisó a la baja sus ambiciones», considerando que el crecimiento económico era prioritario en el contexto de la recuperación poscovid, como ha comentado a AFP Lauri Myllyvirta, del Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio (CREA).

El precio promedio rondará este año los 4,60 dólares (3,89 euros), muy por debajo de los 49,40 dólares (41,80 euros) que alcanza en la UE, según estima el banco chino Citic Securities.

Pero Pekín pone el énfasis en que su mercado de carbono está solo en sus inicios. El programa se extenderá a los productores de cemento y aluminio a partir del próximo año, tal como adelantó la semana pasada Zhang Xiliang, diseñador del nuevo sistema.

«El objetivo es cubrir hasta 10.000 emisores, responsables de alrededor de 5.000 millones de toneladas de emisiones de carbono adicionales por año», puntualizó.