Faltan dos días para la ceremonia de apertura pero el telón de Tokio 2020 ya se ha levantado de forma oficial. El torneo de fútbol femenino echa a rodar hoy mismo, con doce selecciones en busca de la medalla de oro que solo tres equipos han conquistado alguna vez en toda la historia de los Juegos.
Dos de ellos no están en Japón. Ni Noruega, oro en Sidney, ni el último campeón, una Alemania para la que el triunfo en Río supuso una feliz excepción dentro de la etapa inusitadamente yerma en la que ha entrado desde que conquistara la Eurocopa de 2013 y que le ha dejado fuera del podio en la última cita continental –no pasó de cuartos– y en los dos últimos Mundiales. Precisamente por su mala actuación en Francia 2019, en la que se repartieron los tres billetes europeos a Tokio, se quedó sin la posibilidad de defender su oro en los Juegos.
A falta de vigente campeón, e incluso aunque estuviera, el equipo a batir es el tetracampeón. Estados Unidos, que llega a la cita con cuatro Mundiales y cuatro oros olímpicos, un palmarés inalcanzable de momento para cualquier otra selección. También con un aliciente extra, la dolorosa espina de Río 2016 cuando, por primera vez desde que el fútbol femenino es olímpico –Atlanta 96–, ni siquiera pudo colgarse una medalla, algo que tampoco le ha sucedido nunca en el Campenato del Mundo (cuatro títulos, una plata y tres bronces en ocho ediciones). Entonces cayó ante Suecia, la selección con la que más veces se ha cruzado –ocho entre Mundiales y Juegos, hoy será la novena, en el partido inaugural del Grupo C–, en los cuartos de final, que se decidieron desde el punto de penalti tras saldarse el partido con empate (1-1).
Tokio 2020 será, además, la primera gran prueba para Vlatko Andonovski, que llegaba al banquillo estadounidense en 2019 para hacerse con el testigo de la histórica Jill Ellis. Tras su buen trabajo en la NWSL al frente de Kansas City y Reign, el técnico macedonio-estadounidense se hizo cargo de una selección que, pese al cambio en el banquillo, se resiste al relevo generacional. De las 18 futbolistas que se ha llevado Andonovski a los Juegos, 11 participaron en Río hace cinco años y 17 conquistaron el Mundial hace dos. Será la cuarta participación olímpica para Carli Lloyd a sus 39 años, y para Tobin Heath que, tras una pobre experiencia en el Manchester United, marcada por las lesiones, regresó al césped hace un mes con la selección para marcar un gol a Mexico a los pocos segundos de saltar al césped. Ambas se han colgado ya dos veces el oro, en Beijing y Londres.
Junto a Estados Unidos también están en Tokio los otros dos equipos que no se han perdido una sola cita olímpica, Suecia y Brasil –precisamente se cruzaron en semifinales en Río, con victoria para las europeas, que finalmente se colgaron la plata–, aunque ninguna de las dos parece capaz de hacer sombra a las tetracampeonas.
Ninguna selección, de hecho, pese a lo sucedido en los últimos Juegos, parece estar en condiciones de hacerlo. Sí para luchar por el podio y, al menos, soñar con reeditar la sorpresa de Río. En ese grupo hay que colocar a Japón y no solo por su condición de anfitriona. Tras su lustro triunfal –victoria en el Mundial de 2011 y plata en Londres 2012 y Canadá 2015–, el rendimiento de las Nadeshiko ha decaído considerablemente pero la nueva generación llega con grandes resultados en categorías inferiores y el Mundial de Francia les dio también su primera gran experiencia en categoría absoluta.
Holanda disputa sus primeros Juegos –como Chile y Zambia–, pero llega con el aval de los dos últimos grandes torneos que ha disputado: oro en 'su' Eurocopa en 2017 y plata en el Mundial de 2019. Ambos con Sarina Wiegmann en el banquillo, que se despide de las Leeuwinnen a la vuelta de Tokio para hacerse cargo de Inglaterra, con la que el próximo año afrontará el gigantesco reto de conquistar la Eurocopa, en la que ejercerá de anfitriona.
En Japón no serán las inglesas, sino las británicas, que vuelven a competir unidas, las que buscarán su primera medalla, tras haber caído en cuartos en su, hasta ahora, única participación. Fue en Londres 2012 y solo pudieron superar la fase de grupos, pero aquella experiencia supuso el pistoletazo de salida del impresionante crecimiento que ha experimentado el fútbol femenino en las islas. Inglaterra, que fue la que se ganó el billete, ha disputado las semifinales en los tres últimos grandes torneos internacionales, aunque se le han resistido las medallas.
No es el caso de Canadá, bronce en los dos últimos Juegos pero que, sobre el papel, tendrá complicado incluso pelear por repetir. Algo parecido sucede con Brasil. Lejanas ya sus dos platas olímpicas (Atenas 04 y Beijing 08) y sus dos podios mundiales (14 años del último) y más reciente su disgusto de Río, ha perdido cartel pero es difícil sustraerse al embrujo de un equipo talentoso e imprevisible, más aún si, como es el caso, llega con Pia Sundhague en el banquillo.
Tampoco es desdeñable la simpatía que genera Australia, quizá porque muchas de sus futbolistas se reparten por equipos de todo el mundo, aunque lo cierto es que no ha superado los cuartos de final en ninguno de los grandes torneos intercontinentales que ha disputado. Y que ha perdido sus cinco últimos partidos, incluyendo sendas goleadas ante Alemania y Holanda. Quizá menos mediática pero indudablemente más sólida se presenta Suecia, plata en Río y bronce en el Mundial de Francia.
Más modestos son los objetivos de las cuatro selecciones restantes, para las que todo lo que sea superar la fase de grupos supondrá un éxito. Incluso para China, ausente desde 2008 y que se clasificó por los pelos, e indiscutiblemente para Nueva Zelanda, que lleva 16 meses sin disputar un partido oficial, y las dos debutantes junto a Holanda: Chile, clasificada en la repesca tras imponerse a Camerún y que llega a Tokio dos años después de su debut mundialista, y Zambia, única y sorprendente representante del continente africano tras ganar una eliminatoria emocionantísima.
Formiga y Sundhague, reinas olímpicas a ritmo de samba
El fútbol es un deporte colectivo... repleto de nombres propios. Abundarán también en Tokio, encabezadas por dos mujeres que comparten vestuario. A sus 43 años, Miraldes Maciel Mota, Formiga, se convertirá en la primera futbolista en disputar siete Juegos Olímpicos, algo que hasta ahora solo habían hecho 31 atletas, todos en ellos en deportes individuales. La brasileña debutó en Atlanta 96, los primeros Juegos con fútbol femenino, y ha disputado todos desde entonces, incluyendo los de Atenas y Beijing, en los que se colgó la plata.
Algo sabe de medallas su entrenadora Pia Sundhague, que afronta sus quintos Juegos. Uno lo disputó como jugadora, precisamente en la cita de Atlanta en la que debutó también Formiga. Los otros tres como entrenadora y en todos ellos ha alcanzado el podio: en Beijing 2008 y Londres 2012 llevó a Estados Unidos al oro y en Río 2016 conquistó la plata con Suecia, precisamente tras derrotar a Brasil en semifinales.
Ambas coincidirán en el Grupo B con Sarina Wiegman, elegida mejor entrenadora del mundo en 2017 y 2020 y oro europeo y plata mundial con Holanda.
En el Grupo A competirá la única jugadora, con permiso de Marta, que puede hablar de tú a tú sobre longevidad y récords con Formiga. La canadiense Christine Sinclair, la futbolista con más internacionalidades de la historia (291), más goles internacionales (186), la única junto a Marta que ha marcado goles en cinco Mundiales distintos y que disputa sus sextos Juegos. Serán los cuartos para la sueca Caroline Seger, la futbolista europea con más internacionalidades (216).
Además, en Tokio se podrá disfrutar con las cinco últimas ganadoras del galardón FIFA The Best: Bronze, Rapinoe, Marta, Martens y Lloyd.
El torneo
Las doce selecciones se dividen en tres grupos, que competirán en modo de liguilla desde hoy y hasta el 27 de julio. Los dos mejores de cada grupo y los dos mejores terceros se clasificarán para cuartos de final, que se disputarán el 30 de julio. El 2 de agosto se jugarán las semifinales, el 5 el partido por la medalla de bronce y el 8, en el estadio Olímpico de Tokio, la final.
Solo tres equipos –Estados Unidos, Brasil y Suecia– han disputado las siete ediciones de los Juegos con torneo de fútbol femenino, que se incluyó por primera vez en Atlanta 96. Junto a ellas, en Tokio habrá tres debutantes: Chile, Holanda y Zambia. No estará Alemania, vigente campeona.
Grupo A: Canadá, Chile, Gran Bretaña, Japóm
Grupo B: Brasil, China, Holanda, Zambia
Grupo C: Australia, Estados Unidos, Nueva Zelanda, Suecia