En una entrevista en TVE, Jesús Martín Blanco ha subrayado el Ejecutivo español es «determinante con los derechos humanos» y con los compromisos y leyes internacionales que llaman a acabar con espectáculos como el denominado ‘toreo cómico’ u otros protagonizados por personas con enanismo.

Martín ha explicado que la petición de que se cancelen espectáculos como los citados obedece a un mandato legal y al compromiso del Estado español con la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.

«España, cuando fue a Ginebra a revisar el cumplimiento de este tratado, ya le advirtieron que tenía que erradicar este tipo de prácticas y espectáculos", ha explicado Martín, quien ha recordado que el Estado francés erradicó «un espectáculo parecido: el lanzamiento del enano».

Además, también habían reclamado esa suspensión el Movimiento de la Discapacidad y asociaciones de displasia.

En este sentido, y con respecto a la puesta en marcha del plan de reciclaje profesional, ha apuntado que el objetivo es que estas personas «elijan verdaderamente un trabajo que esté dentro de la dignidad y alejado de cualquier tipo de precariedad laboral».

En su intervención, Martín Blanco ha asegurado que «en este tema no cabe la equidistancia», ni «ponerse de perfil» y ha hecho un llamamiento a las administraciones a «trabajar unidos» ante estos espectáculos que «atentan contra la dignidad humana», la «comercializa» y la «vulnera». «El enanismo no es una profesión en este país», ha declarado.

«En este país no hay bufones; ya está superada la España del medievo, y debemos preguntarnos por qué se siguen legitimando espectáculos en los que se ríen y se mofan de personas con enanismo», ha dicho.

Martín ha explicado que él tiene esa discapacidad y que recuerda que, cuando este tipo de espectáculos iba a un pueblo próximo al suyo, estaba aterrorizado, porque no quería que los amigos y vecinos asociaran «este tipo de mofa a su condición».

La semana pasada, Martín Blanco reclamó al alcalde de la localidad extremeña de Zahínos que cancelara la función del ‘bombero-torero’ que finalmente tuvo lugar el viernes 6 de agosto.

Espectáculos de este tipo se celebraron durante años también plazas vascas, como Iruñea, aunque hace ya bastante que dejaron de programarse. Como muestra, una instantánea de ‘toreo cómico’ tomada en Iruñea en una fecha indeterminada entre 1924 y 1936.