Representantes de la política y la sociedad italiana se han reunido este martes en la localidad de Amatrice para recordar a las casi 300 víctimas mortales del terremoto que hace cinco años redujo el pequeño enclave del centro del país a escombros.

A las 3.36 de la madrugada del 24 de agosto de 2016 un terremoto de magnitud 6,0 devastó los municipios de Amatrice, Accumoli y Arquata del Tronto. Murieron 237 personas en Amatrice, 51 en Arquata y 11 en Accumoli y decenas de miles de personas quedaron sin casas.

Con ocasión del quinto aniversario, el presidente del Gobierno, Mario Draghi, ha visitado este martes Amatrice y ha colocado una corona de laurel en el monumento a las víctimas del terremoto, en el parque Don Minozzi, y ha asistido a la misa en el campo deportivo, en el mismo lugar donde hace cinco años se celebró un funeral por las víctimas.

«Amatrice ya no existe», afirmaba desconsolado a los medios esa madrugada el entonces alcalde, Sergio Pirozzi. «La reconstrucción continúa, las señales son positivas, pero aún queda mucho trabajo por hacer», ha afirmado el comisario extraordinario para la reconstrucción, Giovanni Legnini, quien presentó en ocasión del quinto aniversario del suceso el tercer informe sobre la esa operación.

Problemas burocráticos

Los problemas burocráticos para la concesión de las contratas han frenado los trabajos, de hecho sólo en 2020 se aprobó un decreto que confería poderes extraordinarios al comisario para acelerar la construcción de obras públicas urgentes, o de especial criticidad, y de los centros históricos de los municipios más afectados.

Actualmente hay 5.000 obras abiertas y se han recuperado 12.000 casas, pero aún hay otras 13.000 en proceso de recuperación y en el abandonado centro histórico, aún repleto de escombros, sólo desde hace algunas semanas se puede ver una gran grúa que ha comenzado las tareas de restructuración.

Legnini, el quinto comisario designado en estos cinco años, explicó que «las solicitudes de ayudas a la reconstrucción que se han presentado son actualmente unas 20.000 de las 80.000 que se habían previsto», muchos han desistido a volver a sus casas.

En 10 años

Según Legnini, gracias a la reconstrucción de casas privadas y la nueva realización de dos grandes edificios de apartamentos a las afueras de Amatrice y podrán tener hogar cerca de 25.000 personas a finales de año.

Actualmente cerca 8.000 personas continúan recibiendo ayudas para el alquiler y otras 7.500 siguen viviendo en las llamadas SAE, las soluciones de emergencia, que consisten en pequeñas casas prefabricadas o contenedores.

Según el informe, también se espera que a finales de año sean recuperadas en el centro histórico 300 casas y se destinarán 43 millones de euros para la rehabilitación del ayuntamiento, las iglesias de Sant'Agostino, San Francesco y Santa Maria del Suffragio, y se proyectan las obras necesarias para la reanudación de las actividades económicas y sociales, como centros culturales y museos.

Bufachi aseguró que en 10 años espera que el centro histórico de Amatrice y sus localidades vecinas vuelvan repoblarse.