Unos 1.300 socios agraciados con una entrada para el partido ante el Mallorca no acudieron al partido. Algo similar ocurrió contra el Barcelona y más de 1.200 fallaron.
Las razones y argumentos de cada uno serán distintos, pero llama la atención que, a pesar de las limitaciones impuestas por el Gobierno de Lakua, en ninguno de los encuentros se completó el aforo del 20 y 30 % permitidos. Y eso que en ambos encuentros un buen número de socios se quedaron sin entrada.
El buen arranque de temporada del equipo no se ha visto reflejado en las ganas de acudir a San Mamés. Sea por la pandemia o las incomodidades en el interior del estadio como no poder comer el bocadillo en el descanso, las cifras revelan que el fútbol en directo ha perdido capacidad de atracción. La televisión, las costumbres y los horarios son algunos de los factores que pueden explicar esa escasa asistencia después de más de un año y medio de pandemia sin poder acudir al estadio.
El dato más elocuente es que de los cerca de 45.000 socios que tiene el Athletic, tan solo se han inscrito para los primeros dos partidos de Liga alrededor de un tercio. Y todo apunta que no va a haber sorteo para el encuentro ante el Rayo. El plazo para apuntarse termina esta tarde y el Athletic ha comunicado esta mañana que por ahora son 10.000 los socios inscritos cuando pueden entrar unos 16.000.
A la espera de que en próximas fechas se incremente el aforo -en el resto de campos de la liga está permitido hasta el 60%-, el club rojiblanco ha modificado los criterios para adjudicar las entradas para el derbi ante el Alavés que se disputará el viernes 1 de octubre. A partir de ahora, si se supera el aforo permitido, se realizará sorteo entre todos los inscritos y no se guardará un 10% para los veteranos ni tampoco tendrán prioridad los que no han acudido a los partidos anteriores.
Viendo lo visto, quizá hasta se puedan poner entradas a la venta como ha sucedido en el derbi femenino ante la Real y en el primer partido del Bilbao Athletic en Lezama la semana pasada.