Quade Cooper, el héroe wallabi al que no le dejan ser australiano
El apertura internacional lleva 20 años viviendo en el país y ha defendido la camiseta dorada en 71 ocasiones, pero sus continuos viajes por motivos deportivos han hecho que le nieguen hasta en cuatro ocasiones la nacionalidad australiana.
Restaban trece segundos para alcanzar los 80 minutos reglamentarios, y en el marcador Sudáfrica mandaba por un pírrico punto de renta (25-26). A la salida de una melé, Australia forzaba un golpe de castigo, a 40 metros de la línea de marca, bastante escorado hacia la derecha del ataque.
Era la tercera jornada del Rugby Championship, el torneo que cada año enfrenta a los cuatro grandes del hemisferio sur, que se está disputando íntegramente en territorio aussie, por eso de eludir las cuarentenas y los confinamientos.
Quade Cooper, con el 10 a la espalda y que llevaba más de cuatro años sin jugar con su selección, tomó el balón, lo colocó con mimo y su patada, ya con el tiempo cumplido, pasó entre palos para derrotar a los vigentes campeones del mundo.
Hasta aquí, una de esas historias de remontada sobre la bocina, siempre emocionantes por lo apretado del marcador. Lo curioso del caso es que Cooper, con 71 partidos internacionales y dos Mundiales con la camiseta dorada, no es australiano. Y no porque no quiera, sino porque no le dejan.
Nacido en Tokoroa (Nueva Zelanda), emigró a Australia cuando tenía 13 años. Cooper cumple de largo las reglas de World Rugby para jugar en una selección diferente a la de su país de nacimiento, pero sin embargo, las leyes australianas son draconianas en lo referente al periodo de tiempo continuado que una persona debe permanecer en su territorio –un mínimo de cuatro años de residencia, el último de forma continuada–, para acceder a la nacionalidad.
Sin Juegos Olímpicos
Y, bien porque había fichado por un equipo francés o japonés, bien porque jugando el Super Rugby con una franquicia australiana o con la selección los viajes son continuos, lo cierto es que Quade Cooper, a sus 33 años, ha visto como le rechazaban su solicitud hasta en cuatro ocasiones. Una circunstancia por la cual se perdió por ejemplo los Juegos de Río en 2016, ya que no contó con el visto bueno del Comité Olímpico Internacional por no tener pasaporte australiano, sino neozelandés.
Tras copar titulares el pasado domingo, su caso ha vuelto a saltar a primera línea. El ministro de Inmigración de Australia, Alex Hawke, anunció el martes una relajación de las reglas de naturalización para algunas personas que cumplan ciertas condiciones. «No se debe impedir que las personas excepcionales se conviertan en australianos debido a las exigencias de lo que los hace excepcionales», dijo, refiriéndose, sin mencionar directamente a Cooper, a personalidades del deporte, los negocios, la política, la ciencia o la cultura.
El apertura no se chupa el dedo y ya replicó que «sin haber jugado este partido, seguramente no habría sucedido». Su compañero Will Genia, originario de Papúa Nueva Guinea, que llegó a Australia con 12 años y que ha sido seleccionado 110 veces, se encuentra en la misma situación.
Habrá que ver si a la quinta va la vencida, pero el debate vuelve a estar sobre la mesa de Camberra.
Cuarta jornada
El Championship afronta este sábado su cuarta jornada. Australia (4 puntos) y Sudáfrica (10 puntos) vuelven a verse las caras (9.05, hora de Euskal Herria), mientras que la líder invicta Nueva Zelanda (15 puntos) se ve las caras con una Argentina que aún no ha estrenado su casillero y a la que la semana pasada superó con facilidad (39-0). Este encuentro comienza a las 12.05.