El sindicato ELA ha informado de que el seguimiento en la primera de las jornadas de huelga convocadas esta semana en las autoescuelas de Bizkaia está siendo «amplio» y ha exigido a la patronal APAVI que «aparque las coacciones a las personas huelguistas y se centre en presentar propuestas de avance».

El sindicato ha convocado jornadas de huelga en el sector de autoescuelas desde este lunes hasta el viernes, tras los cinco días de paro en junio y julio.

ELA ha destacado que esta jornada ha tenido «un amplio respaldo, muy similar a las anteriores», con una «amplia participación» en la caravana de coches y la concentración ante la sede de la patronal.

El sindicato ha animado a «seguir el camino de las movilizaciones», porque «han obligado a la patronal a hacer movimientos» como la mesa negociadora que convocó para el 28 de julio.

No obstante, ha recordado que la propuesta presentada por la patronal en aquella mesa resulta «insuficiente» para los trabajadores de las autoescuelas, ya que estaba «muy lejos del objetivo de regularizar y dignificar las condiciones laborales de la plantilla del sector y el propio sector».

ELA instó entonces a APAVI a elaborar otra propuesta, pero «hoy por hoy no ha hecho llegar ninguna». Al contrario, el sindicato ha denunciado que trabajadores de varias autoescuelas han recibido «amenazas de sanciones, despidos y modificaciones en sus horarios laborales».

Once años sin convenio

Según ha explicado, además de llevar once años sin renovar el convenio, los trabajadores de autoescuelas tienen «salarios, horarios y demás condiciones laborales precarias y en muchos casos irregulares». Además, existe «una importante brecha de género en los puestos de trabajo administrativos, los más feminizados».

ELA reclama establecer tablas «de regularización salarial y recuperación del poder adquisitivo», ya que «casi todas las autoescuelas, en el caso de personal docente, combinan los salarios oficiales según el convenio con cantidades que se pagan de forma irregular» y el personal no docente, sobre todo el administrativo, «apenas llega a los 1.000 euros brutos mensuales».

El sindicato defiende, asimismo, la reducción de jornada para colectivos no docentes para reducir la brecha de género, con «pasos importantes para equipararse al profesorado de cara a las 35 horas semanales», y la racionalización de horarios ya que, «en muchos casos, se prolongan más allá de las 21.00 de la noche, con jornadas de hasta 11 horas diarias, incluyendo el trabajo en sábados». También se aboga por jubilación parcial con el objetivo de «rejuvenecer la plantilla en un sector en el que la edad puede ser un factor de riesgo».