A partir de este miércoles quedará prohibido cazar ejemplares de lobo en Hego Euskal Herria. Así lo establece una orden del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que publica el Boletín Oficial del Estado español.
La orden modifica el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre), con el fin de incluir a las poblaciones de lobo ibérico (Canis lupus) como especie «vulnerable». Así, solo se permitirá la captura de ejemplares que cuenten con autorización administrativa de la comunidad autónoma siempre que «no exista otra solución satisfactoria».
Eso implica que la caza del animal solo será una opción si las explotaciones afectadas por ataques de lobos al ganado han aplicado «adecuadamente» medidas preventivas y estas «hayan resultado ineficaces»; o se acredite la existencia de «perjuicios importantes para el ganado en las explotaciones afectadas», es decir, daños recurrentes o significativos.
En este último caso, se deberá acreditar que la captura del lobo no afecta «negativamente» el estado de conservación de la especie, que, en el caso de la CAV, está incluída en el catalogo de especies amenazadas.
Recursos y respuesta sindical
No obstante, la CAV fue una de las administraciones que votaron en contra de la inclusión del lobo en el Lespre, aprobada por la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y de la Biodiversidad el pasado 4 de febrero.
Tampoco contó con el visto bueno de Castilla y León, Asturies, Cantabria y Galiza, que ya han avanzado que recurrirán la orden ministerial, igual que las asociaciones de cazadores. Y organizaciones agrarias han avanzado movilizaciones contra esta decisión.
En Euskal Herria, EHNE ha alertado de que la calificación del lobo como especie no cinegética es «un escollo para la supervivencia de la ganadería extensiva».
En un comunicado, ha aseverado que la decisión del Gobierno español «traerá consigo un considerable aumento incontrolado del número de ejemplares, que derivarán en un incremento de la cifra de ataques y una nueva amenaza contra la necesaria supervivencia de la ganadería extensiva en nuestras zonas rurales».
«Se trata de una decisión que para nada ha contado con la opinión de quienes vivimos a diario en dichas áreas y que atenta gravemente sobre una práctica ancestral de la que viven miles de familias, mantiene población en lugares desfavorecidos, contribuye de manera esencial a la preservación de la biodiversidad natural, proporciona elementos de cohesión social e identidad cultural y, por supuesto, aporta alimentos de calidad para toda sociedad», ha añadido.
Y ha remarcado que «es necesario hacer un control efectivo de la aplicación de la ley de cadena alimentaria, es necesario proveer de servicios para una calidad de vida digna a todas las áreas rurales, es vital que las administraciones acompañen y ayuden al sector para que podamos disfrutar de una estabilidad y tranquilidad que hoy no existe».
«El patrimonio agroganadero es un bien y una responsabilidad de toda la sociedad y solo desde un trabajo colectivo del que también formen parte de manera activa los agentes rurales, poniendo de manifiesto sus opiniones y teniendo en cuenta su experiencia, se podrá encontrar un equilibrio entre la naturaleza campesina y la naturaleza salvaje, pero solo una vez apuntalada la supervivencia del pastoreo y la ganadería extensiva», ha aseverado.
«Se inicia una nueva etapa»
Muy distinta ha sido la reacción de los colectivos ecologistas, como WWF, que ha celebrado la inclusión del lobo en el Lespre porque con ello «se inicia una nueva etapa para la protección de la biodiversidad» y la transición hacia una «coexistencia efectiva».
En su valoración, remitida a Europa Press, destaca que la decisión supone unificar el estatus legal y la gestión de la especie a nivel nacional y se pone «fin al actual caos administrativo y de persecución legal del lobo» que se daba en diferentes comunidades autónomas.
A partir de ahora, según WWF, «empieza el camino hacia un nuevo modelo basado en el respeto por el lobo, el fin de su persecución, así como en una apuesta decidida por la coexistencia de la especie con la ganadería extensiva».
EHNE: «Amenaza a la ganadería extensiva»
En Euskal Herria la organización agraria EHNE ha denunciado que el hecho de que el lobo deje de ser especie cinegética desde este miércoles supone «otro escollo» para la «supervivencia» de la ganadería extensiva.
En un comunicado, EHNE ha señalado que a partir de ahora se impide la caza del lobo en todo el Estado español, lo que traerá consigo «un considerable aumento incontrolado del número de ejemplares, que derivará en un incremento de la cifra de ataques y una nueva amenaza contra la necesaria supervivencia de la ganadería extensiva en nuestras zonas rurales».
Para EHNE, «se trata de una decisión que para nada ha contado con la opinión de quienes vivimos a diario en estas áreas y que atenta gravemente sobre una práctica ancestral de la que viven miles de familias, mantiene población en lugares desfavorecidos, contribuye de manera esencial a la preservación de la biodiversidad natural, proporciona elementos de cohesión social e identidad cultural y, por supuesto, aporta alimentos de calidad para toda sociedad».
La organización agraria ha señalado que no se opone a la existencia del lobo, pero ahora «lo que está en peligro de extinción es la ganadería extensiva».
Por ello, ha defendido que «mucho antes de dar el paso de permitir al lobo su total expansión, es imprescindible dignificar la labor de nuestros pastores». «Es necesario hacer un control efectivo de la aplicación de la ley de cadena alimentaria. Es necesario proveer de servicios para una calidad de vida digna a todas las áreas rurales. Además, es vital que las administraciones acompañen y ayuden al sector para que podamos disfrutar de una estabilidad y tranquilidad que hoy no existe», ha subrayado.