Si la semana pasada debió cerrar sus puertas la ikastola Arrokagarai de Itsasu, al aparecer varios casos de covid-19, esta semana la pandemia ha alterado la vida escolar en la escuela de Azkaine y en dos centros más de la comarca de Arberoa, según la información revelada hoy por "La République des Pyrennées".
En la escala hexagonal, según los datos facilitados el 23 de setiembre por el Ministerio de Educación francés, 2.366 clases estaban cerradas debido a la covid, un millar menos que la semana precedente.
La medición por nivel escolar que France Santé ofrece desde esta semana en open data arroja algunos datos interesantes respecto a la incidencia por edades, lo que permite cruzar datos con las tasas de vacunación.
La vacunación solo está autorizada a partir de los 12 años de edad, con lo que los datos por edades permiten calibrar, a título provisional, dado lo incipiente de la medición, el efecto de la vacunación/no vacunación en la enseñanza presencial.
Entre el 14 y el 20 de setiembre, la tasa de incidencia en los niveles con alumnado no vacunado de la covid 19 llegó a doblar a la registrada en aquellos niveles con un alto porcentaje del alumnado ya vacunado con al menos una dosis.
Estos son algunos datos recabados a través de la platafoma Geodes. Entre los alumnos de 3 a 5 años del departamento de Pirineos Atlánticos la tasa de incidencia alcanzó la elevada cifra de 176,15 casos por 100.000 habitantes. En la franja de 6 a 10 años, se situó en 159,51 por 100.000 habitantes. Tal como se esperaba, los contagios se han concentrado en esos niveles en que el alumnado no ha recibido la vacuna que sirve para evitar los efectos graves de la covid-19.
En la franja de 11 a 14 años, que incluye a chavales vacunados pero también a aquellos que no han podido acceder a la vacuna, el porcentaje se sitúa por debajo de la barra de los 100. Exactamente en 94,10 casos por 100.000 habitantes.
El efecto se deja sentir sobretodo en la franja de edad en que los alumnos han accedido en mayor número a la vacuna. Así, entre los jóvenes de 15 a 17 años de edad la tasa de incidencia cayó en esos siete días a 42,24 casos por 100.000 habitantes.
Es en esa franja en la que se centraron las campañas para reforzar la vacunación en el arranque del curso escolar, lo que permitió que a 2 de setiembre algo más del 70% de los adolescentes acudieran a las aulas con al menos una dosis de vacuna.
En vísperas de que entre en vigor la orden dada por el Gobierno seegún la cual los usuarios deberán pagar por las pruebas de detección de la covid-19 a partir del próximo 15 de octubre, el Consejo Científico ha aconsejado que, precisamente, se mantenga la gratuidad de los test para la población menor de 16 años.
Mejora, pero todavía por encima de 50
Globalmente, la tasa de incidencia del conjunto de la población del departamento que incluye a Euskal Herria y Biarno se situó en esa medición semanal en 57,5 casos por 100.000 habitantes, lo que confirma una mejora continuada de la situación sanitaria.
Con todo, al no estar por debajo de la barrera de 50 casos por 100.000 habitantes la medida anunciada por el ministro de Sanidad, Olivier Véran, de retirar la mascarilla a alumnos de primaria (3-6 años) no entraría en vigor el mismo 4 de octubre, aunque todo apunta a que los más pequeños podrán prescindir en el medio plazo de esa protección que desde el 22 de setiembre tampoco es obligatoria en los exteriores en los tres territorios del norte vasco.
La tasa de vacunación a 23 de setiembre era de 78,8% en el departamento donde un 82,9% había recibido al menos una dosis de la vacuna.