El diputado de EH Bildu Oskar Matute ha interpelado esta mañana de miércoles a la vicepresidenta tercera española, Teresa Ribera, sobre los beneficios de las eléctricas y el «chantaje» que aplican. Pero no ha encontrado una reacción por parte del Gobierno, que ha preferido mirar en otra dirección.

Matute ha comenzado aludiendo al «comunicado de la energía nuclear amenazando con parar las centrales para así subir más el precio de la luz» o a la «perla» de Iberdrola en una reciente comunicación interna en la que pregunta a modo de alegación «¿cuánto nos cuesta esa caña que consumimos diariamente?». Son dos pruebas de una actitud evidente de desprecio a la ciudadanía.

Ribera le ha respondido con ambiguedades como «el objetivo de este gobierno es construir un buen Estado», «tenemos que tomar las medidas que se consideren en cada momento» o «la mejor receta es acelerar la transición energética».

Las multas, 10% del beneficio ilícito

En la réplica, el diputado de EH Bildu ha expuesto que «poca pega tenemos ante esos argumentos» pero el problema es que la crítica del Gobierno a las eléctricas «no se traduce en hechos y realidades tangibles. La realidad de la ciudadanía sigue siendo golpeada. Estas grandes eléctricas no han dejado de ganar dinero en precovid, covid y poscovid, porque siempre saben generar situaciones de ventaja».

Ha recordado que incluso están reclamando fondos europeos, cuando «¿de qué tienen que recuperarse si no han perdido nunca?». Y ha añadido otro dato palmario: «Cuando les condenan por un hecho ilícito, lo que pagan es 10% menor que lo que han obtenido».

Tampoco esto ha cambiado el guión de Ribera, que ha vuelto a parapetarse tras el objetivo de la transición energética. Ha citado el objetivo de «500.000 techos solares nuevos en dos años» y de «viviendas rehabilitadas que nos permitan abaratar la factura. Estamos en unos años complejos de transición energética a nivel global».