El primer ministro francés, Jean Castex, ha anunciado este jueves «un escudo tarifario» con el bloqueo de la tarifa regulada del gas hasta abril y la limitación del aumento de la electricidad para hacer frente a la subida de los precios de la energía.

Ante los constantes incrementos de los precios de la energía desde hace meses (57% desde enero), el primer ministro aseguró que «no habrá más subida del precio del gas» tras la del 12,6% del viernes.

Castex ha fijado hasta abril de 2022 el plazo durante el que el precio del gas estará congelado, horizonte a partir del cual cree que «debería caer en picado». «Tenemos que manejar un bache» hasta la primavera de 2022, observó el primer ministro, que promete «apoyar» a las distribuidoras.

Este bloqueo afecta a los cinco millones de personas cuyos contratos tienen tarifas reguladas o indexadas a estas tarifas. Sin embargo, las empresas no se verán afectadas.

Electricidad

En cuanto a los precios de la electricidad, que también se esperaba que volvieran a aumentar a alrededor del 12% a principios del próximo año según las previsiones del Gobierno, Castex también ha prometido limitar este aumento al 4% en 2022, mediante la reducción de un impuesto.

Y por si estas medidas de moderación no fueran suficientes, el primer ministro ha anunciado que el cheque energético se actualizaría aún más, tras un impulso de 100 euros ya concedido a 5,8 millones de beneficiarios en diciembre. «Hay margen de maniobra porque tenemos ingresos adicionales con este aumento en el precio del gas».

Tras una caída en 2020 ligada a la recesión debido a la pandemia, el salto actual de los precios se explica por una combinación de razones: reservas bajas, fuerte demanda con la recuperación económica, ausencia voluntaria o involuntaria de Noruega y Rusia para incrementar sus entregas, especulación con materias primas ...

París optó por centrar el foco de sus reproches en Moscú. «Durante décadas no construimos nuestra independencia energética en torno a la energía nuclear para estar en manos de Vladimir Putin», afirmó el ministro de Economía, Bruno Le Maire, acusando al presidente ruso de «jugar con esta oferta para subir los precios».

El regulador energético anunció este lunes un incremento del 12,6% con impuestos incluidos, a partir del viernes, de los precios regulados del gas aplicados por Engie, a raíz de la subida de los precios en el mercado.

Ya habían aumentado un 8,7% el 1 de setiembre, después de más del 5% en agosto y casi el 10% en julio. Los cambios de precios están directamente relacionados con las fluctuaciones del gas y el aumento del precio de los derechos de emisión de CO2.

Bruno Le Maire y la ministra de Ecología, Barbara Pompili, escribieron al presidente del Eurogrupo, Paschal Donohue, para pedir una mayor cooperación entre los países europeos y pedir una revisión del funcionamiento del mercado eléctrico.

Desactivar las protestas

El Ejecutivo busca desactivar los riesgos de un movimiento de protesta que reviva a los «chalecos amarillos», que cristalizó en el otoño de 2018 en torno al aumento de los precios de los combustibles de los automóviles.

Sin embargo, Emmanuel Macron tiene la intención de hacer campaña en parte, si se representa a sí mismo, presentándose como el defensor del poder adquisitivo de los franceses que, a pesar de la crisis del covid-19, se conservó en general en 2020 (+0,4% según INSEE).

Desde hace varios días, oposición, sindicatos y asociaciones de consumidores instan al Ejecutivo a tomar medidas más enérgicas. «Con +600 euros en la factura del gas, la ayuda de 100 euros anunciada por el Gobierno claramente no está a la altura de la gravedad de la situación», ha denunciado el ambientalista Matthieu Orphelin.

El secretario general de la CFDT Laurent Berger, por su parte, considera necesario incrementar aún más el cheque energético y extenderlo a más beneficiarios, en particular a «la franja de empleados que están un poco por encima» de los criterios actuales.