Ha sido bastante inmisericorde con el Alavés el calendario, que le hace encadenar dos desplazamientos en apenas tres días y además para visitar a los dos últimos campeones de Liga. Tras encajar ante el Atlético de Madrid su primera derrota de la temporada pese a disputar un gran partido, las albiazules visitan este sábado al Barcelona (12.00). Campeón, líder y aparentemente invencible. «Invencible no hay nadie –recuerda Mikel Crespo– aunque sí que le colocaría la etiqueta de casi invencible».

Sabiendo que Real Madrid, Betis, Valencia y Villarreal, sus cuatro rivales anteriores, no sólo no le han rascado un punto, sino que ni siquiera han sido capaces de hacerle un gol y se han llevado 26, debe hacerse complicado hasta planificar la visita al equipo catalán pero Mikel Crespo sabe lo que quiere: «Vamos con la idea de competir, de seguir mejorando, de hacer un buen partido, de seguir trabajando y de seguir creciendo. Nos enfrentamos al mejor equipo de Europa y posiblemente del mundo pero lo trabajaremos con la máxima ilusión y la máxima ambición».

Otra cosa es que baste para frenar a las catalanas, algo que sólo puede pasar por «hacerles un partido incómodo. Es un equipo que, fuera o en casa, domina prácticamente todos los registros. Hay que hacerle un partido incómodo, un partido largo, en el que no se encuentren cómodas, tratar de dificultarles lo máximo posible la circulación de balón y a partir de ahí ser nosotras mismas, que es lo más importante. Vamos con la idea de seguir con lo que estamos haciendo y de tratar de ponerle las cosas lo más difícil posible».

Las gasteiztarras viajan con el aval de su arranque liguero. Que no es cualquier cosa porque, tras haber ganado sus tres primeros partidos de Liga, el miércoles cayeron en un gran partido y por la mínima ante uno de los equipos más fuertes de la competición. «Hicimos un gran partido, sobre todo en la segunda parte, y estuvimos a punto de traernos un punto», recuerda su entrenador, que ve al equipo tan «bien», con tanta «ilusión» y en tan «buena dinámica de trabajo», que incluso confía en que el cansancio no se note. «Evidentemente el esfuerzo del miércoles fue grande pero el partido, el escenario, el rival, la ilusión y la ambición, lo superan todo», asegura.

El domingo se completará la jornada para los equipos vascos. El Eibar, que ha encajado tres derrotas consecutivas, tratará de reaccionar en Unbe ante un Rayo (11.30) al que se le acumulan los problemas. Media hora más tarde, la Real buscará la quinta consecutiva ante el Villarreal en Zubieta y el Athletic tratará de prolongar su buena racha y, de paso, la mala del Real Madrid en Lezama.