El nombre de Iñaki Williams será recordado durante muchos años en la Liga al convertirse esta noche en el jugador que más partidos seguidos ha disputado a lo largo de la historia. El 9 del Athletic no se pierde un partido desde el 20 de abril de 2016. La racha comenzó en un partido contra el Atlético de Madrid y alcanza ya los 203 encuentros consecutivos.

Williams ha superado a sus 27 años el récord registrado por Juanan Larrañaga en 1992. El exjugador txuri-urdin no se perdió ningún partido de Liga entre junio de 1987 y noviembre de 1992, alcanzado la cifra de 202 partidos. Además, fue titular en 199 y completó los 90 minutos en 195.

Por su parte, el delantero rojiblanco ha sido titular en 169 encuentros, contando con el derbi contra el Alavés. Asimismo, en noviembre de 2019 superó la cifra de partidos consecutivos de Carmelo Cedrún en el Athletic.

Williams posee un físico envidiable y no ha sufrido ninguna lesión de gravedad en su carrera, aunque ha pasado rachas en las que ha sido instrascendente sobre el terreno de juego. Criticado en muchas ocasiones por el escaso número de goles que marca o las ocasiones que desperdicia, es el principal referente ofensivo del equipo en el último lustro.

Muestra de ello es que ha sido indiscutible para todos los entrenadores que han pasado por el Athletic. Desde Valverde, que fue quien le hizo debutar con el primer equipo en diciembre de 2014 con 20 años, hasta Marcelino pasando por Ziganda, Berizzo y Garitano. Partiendo desde la banda derecha o centrando su posición, el delantero de 27 años es también el jugador «franquicia» del equipo. Y es que tiene el contrato más largo en el club rojiblanco tras renovar en agosto de 2019 hasta 2028 con una cláusula que asciende a los 135 millones de euros.

Para Marcelino también ha sido uno de los puntales sobre los que ha construido el equipo y confía en su velocidad como una de las principales armas ofensivas. Con el técnico asturiano ha jugado casi siempre como referencia arriba acompañado la mayoría de ocasiones por Raúl García o Sancet en este inicio de temporada. El 9 rojiblanco fue el autor del tanto de la victoria en la prórroga de la Supercopa.

Tras acabar la campaña anterior exhausto después de caer en las finales de Copa, en verano se ha recuperado y sigue siendo uno de los jugadores más determinantes de este Athletic.

Además, esta temporada ha cumplido el sueño de compartir el vestuario con su hermano pequeño Nico Williams. El extremo de 19 años jugó dos partidos al final de la campaña anterior, pero en este inicio del campeonato ha dado el salto al primer equipo demostrando su desparpajo juvenil.

Orgulloso de sus raíces

Hijo de una familia de emigrantes africanos, Williams siempre se ha mostrado orgulloso de sus raíces. En un vídeo que se hizo viral hace unos años subrayaba ante unos críos que «soy negro, pero también soy vasco» porque «he nacido aquí y me siento vasco».

Iñaki nació en Bilbo en 1994, pero creció en Iruñea. Según contó en una entrevista con Jorge Valdano, sus progenitores se conocieron en Ghana y llegaron a Europa desde Melilla, con salto de valla incluido, como relató el jugador en el programa ‘La Resistencia’ del humorista David Broncano en Movistar.

Un sacerdote de nombre Iñaki les ayudó a desplazarse hasta Bilbo y por eso nació en la capital vizcaina y le pusieron su nombre. También les inculcó el amor al Athletic. Por motivos laborales se trasladaron a la capital navarra, donde nació Nico en 2002, y crecieron en el barrio de Errotxapea hasta recalar en las categorías inferiores del Athletic.