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El Estado francés reconoce que la represión de la marcha argelina del 61 es «inexcusable»

Emmanuel Macron ha admitido que los «crímenes» cometidos en la represión de una protesta argelina el 17 de octubre de 1961 en París, en la que según los historiadores murieron más de 120 personas, son «inexcusables» y el Estado francés «reconoce las responsabilidades establecidas».

Manifestantes con una gran bandera argelina. (Ryad KRAMDI /AFP)
Manifestantes con una gran bandera argelina. (Ryad KRAMDI /AFP)

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha admitido este sábado que los «crímenes» cometidos en la represión de una protesta argelina el 17 de octubre de 1961 en París, en la que según los historiadores murieron más de 120 personas, son «inexcusables» y el Estado francés «reconoce las responsabilidades establecidas».

«Los crímenes cometidos esa noche bajo la autoridad de Maurice Papon son inexcusables para la República. Francia mira toda su historia con lucidez y reconoce las responsabilidades claramente establecidas», ha señalado un comunicado del Elíseo.

La conmemoración del 60 aniversario de lo sucedido ha tenido lugar en el puente de Bezons, en la periferia parisina, lugar de paso para esos manifestantes que querían dirigirse a la capital espoleados por el movimiento independentista argelino para protestar contra el toque de queda nocturno que la Policía impuso días antes solo a los argelinos de la zona.

Macron ha sido el primer presidente de la V República, vigente desde 1958, en conmemorar un aniversario de esos hechos y, por lo tanto, el primero en acudir a un enclave emblemático de esa protesta, que en su comunicado se reconoció que fue reprimida de forma «brutal, violenta y sangrienta».

Además de numerosos heridos, «hubo varias decenas de muertos y sus cuerpos tirados al Sena. Numerosas familias nunca han encontrado los restos de sus allegados, desaparecidos esa noche. El presidente de la República rinde homenaje a la memoria de todas las víctimas», apunta la nota.

A principios de año, sin embargo, el Estado francés descartó pedir disculpas oficiales por los crímenes coloniales cometidos en Argelia.