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Comienza la vista sobre la extradición de Julian Assange a Estados Unidos

El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, ha seguido este miércoles de forma telemática desde la prisión de Belmarsh la vista judicial sobre su extradición a EEUU El Tribunal Superior de Londres deberá analizar la solicitud de extradición.

Una manifestante porta un cartel para exigir la libertad de Assange. (Justin TALLIS/AFP)
Una manifestante porta un cartel para exigir la libertad de Assange. (Justin TALLIS/AFP)

Decenas de personas han salido a la calle este miércoles en Londres para protestar frente al Tribunal Superior de la capital británica a favor de Julian Assange, fundador de WikiLeaks, poco antes del inicio de una vista judicial sobre su extradición a EEUU.

El grupo, que se ha reunido en la zona, ha acudido con megáfonos y pancartas a primera hora de la mañana para solicitar la liberación del activista y programador. «Es muy importante estar aquí hoy, no solo es importante para los periodistas sino para todo el mundo a nivel global», ha dicho Sadia Kokni, una manifestante. «Se trata de las atrocidades que ha expuesto, es un buscador de justicia y verdad que da la cara por todos», ha afirmado antes de matizar que están ahí «para asegurar que se hace justicia».

Preso desde hace dos años y medio en la prisión de alta seguridad de Belmarsh, al este de la capital británica, traslargo encierro  en la Embajada de Ecuador, Assange no ha acudido al juzgado por razones médicas, si bien ha seguido la vista de forma telemática desde la prisión de Belmarsh, en la que se encuentra encarcelado. Las imágenes muestran a Assange parcialmente fuera de cámara, con una camisa blanca, corbata y una mascarilla negra.

EEUU niega el riesgo de suicidio y promete un trato correcto

En el juicio, que continúa este jueves, el abogado representante del Gobierno estadounidense, James Lewis, ha cuestionado el riesgo de suicidio, afirmando que Julian Assange «no tenía antecedentes de enfermedad mental grave y duradera», y que incluso los expertos designados por su defensa lo encontraron solo «moderadamente deprimido»

Ha añadido que el australiano tiene «todas las razones para exagerar sus síntomas» y ha advertido contra una decisión basada en predicciones hechas en una «bola de cristal» sobre su destino en caso de extradición.

El abogado ha insistido en las garantías dadas por Washington: por un lado, Julian Assange recibiría la atención psicológica necesaria, por otro lado no sería sometido a medidas especiales, ni detenido en la temida prisión de altísima seguridad de ADX Florencie , Colorado, apodada el «Alcatraz de las Rocosas».

La defensa de Julian Assange ha respondido que estas garantías no le impiden ser encarcelado en una prisión similar y ha insistido en que EEUU no tiene una base sólida  para revertir la denegación de extradición.

Su compañera pide «poner fin a esta pesadilla»

Lo que está en juego es saber si la justicia británica «extraditará a un periodista al país que conspiró para asesinarlo», ha denunciado Stella Moris, la compañera de Julian Assange, muy preocupada tras haberlo visto «muy flaco» en prisión el sábado. «Espero que el tribunal ponga fin a esta pesadilla», ha añadido en presencia de varias decenas de simpatizantes del australiano reunidos frente al Tribunal Superior.

EEUU ha solicitado en repetidas ocasiones la extradición de Assange, de 50 años y acusado de conspirar para obtener y difundir información clasificada y de seguridad nacional a raíz de la filtración de miles de documentos relacionados sobre actividades militares y diplomáticas estadounidenses, en particular en Irak y Afganistán, en las que se revelaban abusos y violaciones de derechos humanos por parte de las fuerzas estadounidenses.

Assange se enfrenta ahora a otra batalla judicial para evitar su extradición a territorio estadounidense, donde se le imputan una decena de cargos. El Tribunal Superior de Londres se encuentra así analizando el recurso presentado por EEUU contra la decisión de otro tribunal que rechazó su extradición por motivos de salud.

El fundador de WikiLeaks fue arrestado en abril de 2019 en la Embajada de Ecuador en Londres, donde permanecía refugiado desde 2012 para evitar ser extraditado inicialmente a Suecia, donde tenía pendiente una investigación por presuntos delitos sexuales. En EEUU se enfrenta a 17 cargos de espionaje y un cargo adicional de pirateo.

El caso no tiene precedentes en el país norteamericano bajo la normativa original, la Ley de Espionaje de 1917. Muchos académicos consideran que la ley, que nunca se ha utilizado para enjuiciar a un periodista hasta ahora, plantea problemas constitucionales preocupantes porque infringe los derechos de la Primera Enmienda a recibir y publicar información.

Amnistía Internacional pide su liberación

En un comunicado, la secretaria general de Amnistía Internacional, Agnès Callamard, ha hecho un llamamiento a los gobiernos de EEUU y Reino Unido a «retirar los cargos y poner en libertad a Assange».

Sus palabras han tenido lugar después de que se difundieran una serie de informaciones que revelan que los servicios de Inteligencia de EEUU habrían considerado la posibilidad de secuestrar o matar al activista cuando residía en la Embajada de Ecuador en Londres.

«Las garantías del Gobierno estadounidense de que Julian Assange no ingresará en un centro penitenciario de máxima seguridad ni será sometido a medidas administrativas especiales abusivas quedaron desacreditadas al admitir que se reserva el derecho a revocarlas», ha matizado.

Para Callamard, resulta «grotesco» que casi veinte años después «ninguna persona responsable de los presuntos crímenes de guerra cometidos por EEUU durante las guerras de Afganistán e Irak haya rendido cuentas ni haya sido procesada, y sin embargo un editor que sacó a la luz dichos crímenes se enfrente a una posible cadena perpetua».